Poltergeist

Poltergeist: Los fantasmas atacan de nuevo

Poltergeist  | Apadrinado por Sam Raimi, el londinense Kenan propone un divertido remake del clásico moderno de terror, producido en 1982 por Steven Spielberg

Poltergeist | El londinense Gil Kenan debutó brillantemente como director con la divertida cinta de animación Monster House, muy superior a su siguiente filme, la fallida distopía juvenil City of Ember.

Ahora, con el veterano Sam Raimi como productor, Kenan retorna a las casas encantadas en este remake del clásico que dirigió el texano Tobe Hooper en 1982, con Steven Spielberg como productor.

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La historia es muy similar a la del filme original. Un hombre se queda en paro, y él, su esposa y sus tres hijos —una adolescente quejica, un miedoso preadolescente y una niña muy imaginativa— se trasladan a una nueva casa más modesta. Antes de que puedan acomodarse, los Bowen comienzan a sufrir ataques de siniestras fuerzas paranormales.

Las únicas novedades reseñables de esta versión de Kenan respecto a la de Hooper son la importancia que da el guión a las nuevas tecnologías —televisores de plasma, móviles, tablets…— y la calidad de sus efectos visuales y sonoros de última generación, algunos muy impactantes. Aunque quizás estas sofisticaciones rebajan la capacidad de fascinación de la historia e introducen más lugares comunes de los necesarios.

En cualquier caso, el guion de David Lindsay-Abaire es ágil, chispeante y divertido; todos los actores lo encarnan con frescura —sobre todo los más jóvenes— y Kenan lo filma con cierta personalidad, dentro del tono premeditadamente spielbergiano y hitchcockiano de su puesta en escena.