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Preparativos para estar juntos un periodo de tiempo desconocido

Película de título tan peculiar como poco comercial (cosa que ni pretende ni necesita ser), que revela otra muestra de la misteriosa mirada propia de Europa oriental

Preparativos para estar juntos un periodo de tiempo desconocido (2020)

Preparativos para estar juntos un periodo de tiempo desconocido: El relato antes de la historia

· Crítica de Preparativos para estar juntos un periodo de tiempo desconocido | Estreno 24 de septiembre de 2021.
· Más allá de sus peculiaridades, late en el núcleo de esta historia de título prologal, el vigoroso pulso de un romanticismo exacerbado.

Márta Vizy (Natasa Stork) es una neurocirujana tan prestigiosa como solitaria, que regresa a Hungría tras haber desarrollado durante veinte años una brillante carrera profesional en Estados Unidos. El motivo: reencontrarse con János Drexler (Viktor Bodó), un colega a quien conoció…

El cine húngaro está vinculado a grandes forjadores y continuadores del clasicismo norteamericano, tales como Michael Curtiz (1886-1962), Alexander Korda (1893-1956), Emeric Pressburger (1902-1988) o André De Toth (1913-2002). También lo está a la actual autoría fílmica de largo alcance, a través de cineastas consagrados y jóvenes: Miklós Jancsó (1921-2014), István Zsabó (1938) y Béla Tarr (1955), por un lado; por otro, György Pálfi (1974), Benedek Fliegauf (1974), Kornél Mundruczó (1975), László Nemes (1977), etc.


No obstante, este elenco estaría incompleto sin la presencia de realizadoras que durante los últimos años vienen destacando en el panorama internacional, por méritos propios. Es el caso, junto a la veterana Márta Mészáros (1931), de Ildikó Enyedi (1955) y Lili Horváth (1982).

Horváth es hasta ahora responsable de siete filmes, de los cuales solo los dos últimos son largometrajes. El aquí comentado es su trabajo más reciente, escrito, dirigido y coproducido por ella misma, además de premiado con la Espiga de Oro en la Seminci de 2020 y estrenado ahora, un año después.

Más allá de sus peculiaridades, late en el núcleo de esta historia de título prologal, el vigoroso pulso de un romanticismo exacerbado. Éste es consolidado de hecho (y con permiso de la evocadora e inquietante partitura de Gábor Keresztes), por la música de Franz Schubert. Se trata de un recurso inesperado pero importante, en su discordante naturaleza con respecto a los aspectos más racionalistas (al menos, en apariencia) de la historia.

Hay algo tan obsesivo como disectivo en el relato de Horváth, que remite a En cuerpo y alma (Ildikó Enyedi, 2017). La íntima fijación (un tanto rebuscada) se sitúa de hecho entre (o recuerda a) Carta de una desconocida (Max Ophüls, 1948) y No amarás (Krzysztof Kieślowski, 1988), por poner dos ejemplos referenciales, entre otros que podrían plantearse. Dicho de otro modo, los personajes principales oscilan entre la entrega completa y la reserva, por miedo a aquélla o a sus consecuencias. Volveré a ello.

Sí, Kieślowski está muy presente en la extrañeza de una atmósfera tensa pero distante, una característica afín también a la del cine de Christian Petzold. Ello se concreta en recursos que contribuyen a acrecentar el misterio narrado, mostrado: las conductas y reacciones de los protagonistas, la observación recíproca de éstos entre sí, sea desde ventanas, en fotografías fortuitas, siguiéndose a hurtadillas…

Asimismo, en los mensajes o los recurrentes diálogos telefónicos, en interiores desmantelados que, fuera del hospital, metaforizan la vida íntima de Márta, esté ésta en el trance que sea, etc. Otro tanto cabe afirmar de los exteriores urbanos (aquí, Budapest), fotografiados durante día, tarde y noche.

Lo que respecta a la disección, tiene que ver con la ocupación científica y analítica de algunos personajes (neurocirugía y psiquiatría), pero también con la intuición. Esta minuciosidad es plasmada en el plano conceptual: como doctora y cirujana, Márta guarda y mantiene las distancias, pero esa misma reserva motiva su cierto temor. Paradigma de la puesta en escena y derivada de esa misma meticulosidad, es la precisa y matizada encarnación de Natasa Stork (mejor actriz en la Seminci 2020), cuya enigmática belleza es privilegiada por iluminación y fotografía en sus reiterados primeros planos, en definitiva, otra forma de disección.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Róbert Maly
  • Montaje: Károly Szalai
  • Música: Gábor Keresztes
  • Diseño de producción: Sandra Szilágyi
  • Diseño artístico: Anna Nyitrai
  • Duración: 94 min.
  • Público adecuado: +16 años (X-)
  • Distribuidora: Karma
  • Hungría (Felkészülés meghatározatlan ideig tartó együttlétre), 2020
  • Estreno: 24.9.2021
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Reseña
s
Licenciado en Geografía e Historia (especialidad Historia del Arte) y Diplomado en Estudios Avanzados de Historia del Arte. Autor del libro “John Ford en Innisfree. La homérica historia de ‘El hombre tranquilo’ (1933-1952)”
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