Pretextos

Pretextos: Amores, desamores, soledades compartidas

Viena y Daniel llevan unos años casados. Su relación sufre frecuentes vaivenes debido a diferencias temperamentales. A su vez Viena -directora de teatro- se entiende muy bien con R­i­car­do, su actor principal. Y el marido -mé­dico de un geriátrico- se siente muy comprendido por Eva, enfermera que tra­baja con él.

La actriz catalana Silvia Munt (Re­ma­ke, 53 días de invierno) hizo su primera incursión en el terreno de la dirección a finales de los 90, década de gran proliferación de mujeres directoras en nuestro país. De­s­pués de dirigir dos cortos y un largometraje documental (Gala), se asien­ta en su labor co­mo realizadora con esta película, su primer largometraje de ficción, de la que es ade­más coguionista y protagonista principal.

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Pretextos es una película bien construida. El guión, escrito por Munt y Eva Bae­za, desarrolla una historia insertada en una at­mós­­fera cotidiana, real como la vida misma. El amor o desamor, la amistad, el trabajo, la ancianidad, la juventud, el ser hom­bre o mujer, son cuestiones plasmadas con sensibilidad y una autenticidad abrumadora, en ocasiones agobiante por la estrechez de miras de los personajes y por el artificio dramático que tensa la cuerda de los conflictos con algunos recursos demasiado retóricos.

Emergen temas de interés humano, co­mo la insatisfacción de la burguesía acomodada, la necesidad de tener un “pretexto” pa­ra seguir luchando, o los problemas de una relación hombre-mujer. So­bre todo a la realizadora le interesa reflejar cómo sobrevive una pareja, a pesar de los pesares. Y en el trasfondo se perciben reminiscencias de Johnny Gui­tar (Nicholas Ray, 1954), sobre todo por el conocido diálogo entre Vienna y Johnny, en el que este último le dice:

– Miénteme. Dime que aún me quieres como yo te quiero.
– Aún te quiero como tú me quieres.

Munt, también actriz teatral, estructura la trama introduciendo teatro dentro del cine. Aunque esta combinación a veces fun­ciona, en otras ocasiones no está del todo conseguida porque desacompasa el ritmo interno de la acción.

Finalmente, lo que quizá merezca destacar más es la gran labor de dirección de actores. Todo el reparto, en el que se encuentran estereotipos tan diferentes de caracteres, desde la apasionada Viena (Munt), pasando por una apática Eva (soberbia Laia Marull), hasta Manuel Alexandre o Alex Bren­demühl -que aportan el toque de ter­nura y humor respectivamente, y dan res­piro a la historia-, realizan unas magníficas interpretaciones, creíbles y con empa­tía.

Pretextos ganó la Biznaga de Plata a la Mejor Dirección y a la Mejor Fotografía en el Festival de Málaga 2008, y participará el mes de julio en el Fes­ti­val Inter­na­cional de Karlovy Vary.