Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera: Cuento budista

El surcoreano Kim Ki-duk (Real fic­tion, Coast guard) deja a un lado la continua temática social de sus películas pa­ra contarnos en Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera un cuento taoísta que se llevó el premio del público en el Festival de San Sebas­tián, cuatro galardones en Locarno y el premio a la mejor película en el de Gran Canarias.

La acción se desarrolla en un único escenario, un lago sobre el que flota un monasterio budista y en el que viven un monje y su aprendiz. La cinta se divide en cinco capítulos -uno por cada estación que da título a la película- que conforman las cinco etapas de la vida de un hombre, un monje que aprende de las enseñanzas de su maestro el respeto, el dolor, la culpa o la redención. Uno de los ingredientes más sabrosos es la cuidada escenografía que se sirve mag­nífica­mente de la diversidad de colores de la naturaleza, de la primavera al invierno pasando por el verano y el otoño. Otro ingrediente de la película que gustará mucho al espectador occidental aficionado a este tipo de cine es la simbología y las metáforas que vertebran la historia, la voluptuosidad sensual del verano, la decadencia del otoño, la primavera como el comienzo de un nuevo ciclo. Los diferentes animales también tienen su cometido simbólico en cada momento de la historia.

Ki-duk (que también interpreta un papel) ha construido una historia poética que da vueltas sobre una enseñanaza budista (el instinto de posesión destruye lo que más quieres) y las dificultades para ponerla en práctica. Gustará al público acostumbrado a las narraciones lentas, en las que los silencios tienen un gran protagonismo.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Baek Dong-Hyun
  • Montaje: Kim Ki-Duk
  • Vestuario: Kim Min-Hee
  • País: Corea del Sur, Alemania
  • Año: 2003
  • Distribuidora:Festival Films
  • Estreno en España: 10.09.2004

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