Ray

Ray: Una historia de superación

Ray | Jamie Foxx puede llevarse con facilidad el Oscar al mejor actor con su asombrosa interpretación de un músico de leyenda, Ray Charles (1930-2004), que autorizó el guión de este vigoroso biopic que dirige Taylor Hackford (Noches de sol, Prueba de vida).

Charles, invidente desde niño, revolucionó durante décadas el panorama musical norteamericano con sus personales composiciones que remezclaron tradiciones musicales diversas como el jazz, el blues, el gospel, el rock y el country. El guión de James L. White fragmenta la vida de Charles con numerosos flash back que retroceden a la infancia del músico en Florida, poderosamente fotografiados por el polaco Pawel Edelman (El pianista, Pan Tadeusz) y montados por el experimentado Paul Hirsch, que ganó un Oscar en 1977 por La guerra de las galaxias.

Si bien es cierto que a la película se le puede reprochar que no profundiza ni en la vida privada de Ray ni en su carrera artística, y se queda un poco a mitad de camino, hay que reconocer que tiene fuerza, empaque e interés. Parece claro, por otro lado, que a Hackford le falta personalidad como realizador, y ese hecho repercute de manera clara en el acabado de una película pasada de metraje, que gusta pero no encanta y puede resultar reiterativa y un tanto plana.

La pelea de Ray con la droga y su tendencia a la promiscuidad sexual están retratadas con delicadeza, y hay un gran acierto en el cásting, que ha reunido a un magnífico grupo de actores entre los que destacan Sharon Warren (la madre de Ray) y Regina King (su mujer).

Seis candidaturas a los Oscar (película, director, actor, montaje, sonido y vestuario) convierten a Ray en la cuarta película del ránking, por detrás de El aviador (11), Finding Neverland (7) y Million dollar baby (7).