Red

Red: Rojo por partida triple

· Crítica de Red | Estreno 11 de marzo de 2022 en Disney+.
· Red es Pixar puro y duro, es decir, una historia real con un envoltorio fantástico, un guion sólido, bien construido, que llega al espectador.

Pixar, de la mano de Domee Shi (el oscarizado corto Bao), cuenta la historia de un grupo de adolescentes de 13 años, centrándose en el relato fantástico de Mei Lee. Mei Lee vive en Toronto, como su creadora Domee Shi, canadiense de origen chino. Estudia, sale con sus amigas, le gusta la música, ayuda a su madre en la limpieza y con las visitas al templo de los antepasados… Adora a sus padres, aunque su madre, Ming, es exigente y vigila con atención la llegada de la pubertad de su hija. Esta se manifestará de una manera insólita: cuando Mei Lee se altera se transforma en un panda gigante de pelo rojo. Se trata de una maldición familiar de la que se podría librar, si pudiera controlar su temperamento unos cuantos días.

Domee Shi cuenta de una manera original el paso a la madurez, el camino del héroe en versión ciento por ciento femenina, con el periodo incluido. El título original, Turning Red (enrojeciendo), es un triple juego de palabras: convertirse en un panda rojo, enrojecerse -por vergüenza o por cólera, ambos casos frecuentes en la pubertad- y el periodo. En esta historia, Domee Shi los hace coincidir, la maldición aparece con la pubertad y se manifiesta en los momentos de enfado o bochorno. La metáfora funciona en un relato lleno de encanto, de verismo y humanidad.

Cuando la cinta comienza, Mei Lee es una niña buena y aplicada que solo piensa en sacar buenas notas, ayudar a su madre y pasar el tiempo con sus amigas. Los chicos comienzan a interesarla de forma lejana: hay un concierto del grupo 4-Down (hechura de One Direction o de cualquier grupo derivado de BackStreet Boys) que le entusiasma y al que quisiera ir con sus amigas, contra la opinión de su madre. Por primera vez en la vida Mei Lee se dispone a desobedecer a su madre. Por lo demás, todo es normal, salvo por la aparición de un enorme panda rojo que va a complicar su vida y la de sus amigas (y su familia) durante unos días.

Red es Pixar puro y duro, es decir, una historia real con un envoltorio fantástico, un guion sólido, bien construido, que llega al espectador. La historia de Mei Lee se convierte en una historia que habla de madurar, de familia y de raíces; de asumir los cambios que vienen con la madurez, de aceptarse y mejorar. El envoltorio es magnífico, Pixar hace un alarde sin esfuerzo (aparente), y además todo lo subordina a la historia y no al lucimiento. El resultado es notable.

Llaman la atención una serie de detalles -expresiones, gestos, maneras de narrar- que tienen su origen en el animé, y que sorprenden al aparecer en una cinta que hunde sus raíces en China. La directora-guionista nació en este país y su familia emigró a Canadá cuando tenía dos años. Al finalizar sus estudios se unió a Pixar, primero dibujando storyboards, luego llegando a escribir y dirigir un corto, Bao. Red es su primer largo y supone una pequeña revolución, formal y temática, en Pixar. Sin duda una ampliación de horizontes aunque, en este caso, la historia y su mensaje resultan encantadores pero algo cortos, les falta un poco de universalidad y grandeza.