Robin Hood: El origen de la leyenda

Dicen las malas lenguas que el Robin Hood que abrió ayer el Festival de Cannes es el resultado del tercer libreto que se escribe. El proyecto, que generó desde el principio bastante expectación y eso que no es precisamente la primera versión cinematográfica del arquero, ha ido dando tumbos y parece ser que fue la entrada de Russell Crowe lo que desatascó la historia. Ridley Scott quería contar algo distinto y después de muchas vueltas lo que nos cuenta este Robin Hood es el origen de la leyenda, es decir, que la película acaba cuando Robin se convierte en el legendario ladrón que roba a los ricos que todos conocemos.

Ridley Scott aprovecha la leyenda del arquero para hacer una lectura del siglo XIII con la sensibilidad del XXI. Como no puede ser de otra manera, esta lectura resulta simplista en sus críticas a la autoridad -desde el rey a la Iglesia- y en la idílica visión de una democracia que en esos momentos era lo más parecido a la ciencia ficción. Pero salvando este escollo, que es colateral y que afecta poco al núcleo de la historia, se puede decir que Scott ha firmado una película correcta que no pasará a los anales de la Historia del Cine pero que entretiene y posee momentos inspirados. La recreación de la campiña inglesa es impecable, las batallas están bien filmadas y la cinta -aunque dura 140 largos minutos- tiene ritmo.

Pero sobre todo tiene a dos actores brillantes. Se ha escrito mucho sobre la oportunidad de darle el papel de Robin Hood a un actor tan maduro como Russell Crowe. Es cierto que ni él ni Cate Blanchett son la imagen de dos jóvenes aventureros, sobre todo si pensamos que la cinta tiene toda la pinta de contar con una secuela, pero suplen la juventud con el talento. Y como son dos magníficos intérpretes, levantan unos personajes sólidos, creíbles y atractivos. Las escenas que comparten son, sin duda, lo mejor de la película. Y si no, échenle un vistazo al minimalista y efectivo final en los bosques de Sherwood, que confirma que, si la taquilla quiere, estos dos actores tienen historia para rato.

Ficha Técnica

  • EE.UU., 2010
  • John Mathieson
  • Pietro Scalia
  • Marc Streitenfeld
  • Universal
  • 141 minutos
  • Mayores de 12 años (Violencia. Erotismo)
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