Rocca cambia el mundo

Rocca cambia el mundo: Una buena película alemana para todos los públicos

· Se trata de una película casi fantástica, no en vano el personaje fue inventado por Astrid Lindgren, la autora de Pipi Calzaslargas, con una adecuada actualización.

Rocca es una niña de once años, vivaz, inteligente y huérfana de madre que murió al nacer ella. Se ha criado con su padre, astronauta que trabaja en la Estación Espacial Internacional. La película comienza cuando Rocca llega a Hamburgo, para pasar una temporada con su abuela.

Rocca cambia el mundo es el primer largometraje de Katja Benrath, que se había hecho notar por una serie de cortometrajes, entre ellos Watu Wote, que optó al Oscar. Rocca se aleja un poco del canon «película infantil alemana», lo mejora, consigue el tono adecuado que solemos echar en falta fuera de Alemania.

Se trata de una película casi fantástica, no en vano el personaje fue inventado por Astrid Lindgren, la autora de Pipi Calzaslargas, con una adecuada actualización. Rocca tiene mucho en común con Pipi: independiente, justiciera… pero, a diferencia de su modelo, se mantiene dentro del mundo real: su padre es astronauta, no pirata; y, también a diferencia de su modelo, si bien es descarada, no es insolente. Además, la joven Luna Maxeiner consigue ser una niña de verdad, brillante, casi superdotada, pero no cargante; y también es vulnerable. El reparto adulto también es notable y trabaja con toda seriedad.

En el capítulo de producción también destaca Rocca cambia el mundo por el empaque y la seriedad del trabajo, es decir, tiene el tratamiento de un largometraje estándar. Y el ritmo es súper ágil, lo que permite no cansar, no alargar situaciones por mor de infantilismo. Se abordan múltiples cuestiones: modas, consumos, vanidad, los sin techo, las leyes, el conocimiento propio, la superación, la amistad y la familia. Denuncia de modo particular el uso perverso de las redes sociales y la falta de conciencia social en una sociedad opulenta.

Una película que también gustará a los adultos que lleven a los más pequeños a las salas.