Roma

La película no da para más, ¡para casi nada!, y sin embargo dura dos horas y media largas. Se resumen en la interpretación de Susú Pecoraro como madre

Roma (2004), de Adolfo Aristarain

Roma: Cuando una actriz es toda la película

Roma | Hay que jugar limpio: siempre hay que jugar limpio. No son limpias las dos referencias cultas que el protagonista/escritor hace en cuanto comienza la película: 1) Lee un breve texto programático, materialista e inmanentista, y nos dice que es de R. L. Stevenson (1850-1894). Aunque fuera suyo ese texto, esa postura no caracteriza a Stevenson. 2) Cita a Giordano Bruno (1548-1600), sólo para decir que fue discípulo (supongo que en sentido amplísimo) de Galileo Galilei (1564-1642), y que fue quemado por la Inquisición. Y lo dice en el tono de quien se lamenta de una grandísima injusticia: ¡Lea algo sobre la época de G. Bruno, lea su vida, y entérese! (Se lo digo al escritor/protagonista).

Los guionistas Aristarain, Camus y Saavedra decidieron que la familia de la película fuera atea. El escritor «escribe» en la pantalla su biografía: ya en su infancia su propia madre, viuda, le convence de que tras la muerte no hay nada… En su adolescencia la madre es tan permisiva que hasta el hermano de ésta (Áteo, ¡nada menos!) se escandaliza de las… actividades, incluso domésticas, del muchacho; en esta época, y en su juventud, la película alcanza el tono de las telenovelas de sobremesa.

Cuando vemos al escritor en su chalet alquilado -¡un alarde de escenificación tópica y sofisticada!-, avejentado y caduco, dos matrimonios rotos, amargado y vacío, materializado, el espectador no sólo concluye -diría yo- como podría haber concluido su abuela: «¿¡Tanto leer y no te enteraste, boludo, de que hay Dios!?», sino de que la película no da para más, ¡para casi nada!, y sin embargo dura dos horas y media largas.


La película es la interpretación de Susú Pecoraro en su papel de madre, a pesar de estar gravemente lastrada por las dos insuficiencias antes señaladas. Es una gran actriz a prueba de muermo. También podría decirse que la película se sostiene gracias a la fotografía de Alcaine, gracias a la música de los clásicos…


Roma

España/Argentina, 2004

Ficha Técnica

Fotografía: José Luis Alcaine Montaje: Fernando Pardo Distribuidora: Alta

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