Ron da error

Ron da error: Película simpática

· Crítica de Ron da error | Estreno 22 de octubre de 2021.
· Un film divertido y familiar que habla de la amistad real frente a la virtual y de cómo estamos enganchados a las pantallas y a internet, y al mismo tiempo somos usados por las grandes corporaciones.

Barney es un niño de 11 años, solitario y un poco friqui. No tiene amigos. La familia tiene poco dinero. Su padre, viudo, trabaja muchas horas para llegar a fin de mes. Su abuela, excéntrica inmigrante de Europa central apenas habla inglés y no hace ningún esfuerzo por adaptarse a su país de adopción. Barney no encaja y pasa el tiempo solo, cuando no le hacen bullying. El día de su cumpleaños coincide con el lanzamiento del robot amigo. Una empresa de alta tecnología que recuerda a Apple o a cualquiera de esa familia, ha creado el “mejor amigo” del niño: una máquina que habla, anda, lo sabe todo de él, hace todo para complacerle, etc. Ese día todos los niños y niñas del instituto aparecen con su nuevo “mejor amigo”, todos menos Barney. Viendo su frustración su padre y su abuela consiguen proporcionarle uno, comprado fuera del circuito, porque sufrió un accidente y es defectuoso. Se llama Ron, tiene personalidad propia, va a ser un gran amigo para Barney, y va a causar muchos problemas.

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Ron da error habla de la amistad real frente a la virtual y de cómo estamos enganchados a las pantallas y a internet, y al mismo tiempo somos usados por las grandes corporaciones. No es original al criticar a las grandes tecnológicas que espían al usuario y recopilan datos para venderle cosas, ni el afán de coleccionar likes en las redes sociales desde la más tierna infancia, ni al mostrar a todo el mundo -incluidos los niños en la escuela- enganchado al teléfono y a internet. Queda por ver si esta lección resulta nueva y puede ser apreciada por el público joven al que se destina.

El guión toca muchas teclas que no resuelve bien. El discurso pro amistad y la desconfianza hacia las super corporaciones tecnológicas es claro, pero resulta que la historia mantiene a los niños con sus maquinitas mejor amigo, y sus redes sociales. De modo que es una advertencia que no va en serio: a estas alturas del siglo XXI nadie puede prescindir de esas máquinas aún sabiendo que las compañías nos espían. La historia principal y más larga, la amistad entre Ron y Barney, es muy buena y divertida: al ser defectuosa, la programación de Ron tiene una manera original -desternillante- de interpretar los deseos de su dueño. Las demás tramas son correctas, tópicas. La animación es buena, sin llamar la atención.

En definitiva, una película simpática, bien intencionada, que engancha y que podría haber dado mucho más de sí.

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