Sangre de mayo

Garci vuelve a Galdós, esta vez el de Los Episodios Nacionales, con unas maneras narrativas que mezclan cine, televisión y teatro con un resultado pobre en una película de abrumador metraje

Sangre de mayo (2008)

Sangre de mayo: Galdós visto por garci (otra vez)

«Los Episodios Nacionales, sobre todo los de la primera parte, no tienen menos aliento épico que Guerra y paz, de Tolstoi. Los Episodios es la obra de un escritor poderoso, de un escritor moderno, de un cronista ameno y meticuloso, de un periodista de investigación objetivo y responsable, más que de un historiador tradicional». Así resume José Luis Garci su admiración por Benito Pérez Gal­dós (al que ya adaptó en El abuelo) y por su célebre serie de novelas históricas. Y es de ese espíritu galdosiano del que se intenta impregnar para plasmar su visión sobre los acontecimientos que condujeron a la sublevación del pueblo de Madrid contra las tropas napoleónicas en 1808. El resultado final sí puede estar a la altura de los textos del escritor canario en cuanto a me­ticulosidad descriptiva se refiere, no tanto en cuanto a sentido épico, fuerza narrativa y carácter ameno.

Los hechos nos son presentados a través de los ojos de Gabriel Araceli (Quim Gu­tié­rrez), un joven culto y humilde, superviviente de la Batalla de Trafalgar, que se ga­na la vida como puede en el Madrid de principios del XIX. Entre trabajos en una imprenta o como sirviente en casas de nobles y burgueses, Gabriel se debate entre la duda de arriesgarlo todo por ascender en el escalafón social o poner su empeño en mantener el amor de su novia Inés. Al mismo tiempo, el pueblo español anda inquieto por la situación inestable de la corona y la creciente influencia francesa en el país.

Cine, TV, teatro

Garci adapta libremente tres Episodios Nacionales («La corte de Carlos IV», «El 19 de marzo» y «El 2 de mayo») a lo largo de más de dos horas y media de película, de las que dedica apenas veinte minutos a mostrar las intrigas políticas y palaciegas del momento histórico, y otro tanto al clímax con la sublevación y los fusilamientos. El grueso del filme es un retrato de la realidad social de la época, bien ambientado e interesante a ratos, fiel al fin y al cabo a la filosofía de Galdós, pero que hubiera tenido un mejor destino en formato de miniserie. En la pantalla grande su fuerza y ritmo se diluyen sin remedio, en gran parte debido al abuso de la actuación y puesta en escena teatrales. Aunque hubiera alargado media hora más la cinta, el realizador madrileño lo hubiera seguido teniendo crudo para mantener una agudeza y rigor constantes a lo largo de su ambicioso cuadro de costumbres del inabarcable número de estratos sociales y laborales de la España de Carlos IV. Lo más sobresaliente: la fotografía «goyesca» de Félix Monti. No­table alto también para las actuaciones secundarias de Enrique Villén, Natalia Millán y Fernando Guillén Cuervo.


Sangre de mayo está preseleccionada junto a Los girasoles ciegos y Siete mesas de billar francés para representarnos en la próxima edición de los Oscar.

Ficha Técnica

  • País: España, 2008
  • Fotografía: Félix Monti
  • Montaje: José Luis Garci
  • Música: Pablo Cervantes
  • Duración: 152 min. Adultos
  • Distribuidora: Alta
  • Estreno: 3.X.2008
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