Seis puntos sobre Emma

Seis puntos sobre Emma: Ceguera emocional

Pérez Toledo debuta con una historia que no termina de funcionar por falta de engranaje. 

Emma es ciega, tiene 29 años, una amplia lista de fracasos sentimentales y un úni­co deseo: ser madre. Cuando conoce a Ger­mán, un atractivo psicólogo, decide que ha llegado el momento de poner en marcha un turbio plan.

El hasta ahora cortometrajista Roberto Pé­rez Toledo debuta en el largo con este -a pesar de algunos toques de humor- oscu­ro drama sobre el amor, el sexo, la disca­paci­dad y la maternidad.

Cabe reconocer que, sobre el papel -bas­ta leer la explicación de Pérez Toledo en el pressbook- estamos ante una historia con más de un tema interesante. Por ejemplo, el acer­camiento al mundo de la discapa­cidad es fresco y honesto: no en vano el rea­li­za­dor lleva desde los 14 años en silla de rue­das. Hay humanidad y una sabia combina­ción de sentido del humor y sentido del do­lor. O el tema de la maternidad, con ese con­tundente diálogo sobre el derecho a ser ma­dre por encima de todo y como medio de rea­lización personal, que pone en solfa gran parte del discurso políticamente correc­to sobre esta cuestión. Además de estos te­mas, la película cuenta con una Verónica Eche­gui que borda su papel de joven ciega, fuer­te y vulnerable al mismo tiempo.

Junto a estos aciertos, la cinta tiene un gran problema de andamiaje: hay excesivos te­mas que no se acaban de ensamblar bien unos con otros. Tampoco ensamblan bien las tramas -que arrancan con fuerza pero nau­fragan según avanza la película- e inclu­so se diluyen las motivaciones de los pro­tagonistas que terminan perdiendo caris­ma o directamente comportándose de for­ma muy poco coherente.

La sensación que da la película es que ha fal­tado una mano fuerte que guiara la histo­ria desde el principio hasta el final sin de­jarla tropezar en pasajes más convenciona­les (por ejemplo, todo el episodio de la cinta grabada o las reiterativas conversaciones sobre sexo). Quizás es un problema de una opera prima excesivamente ambiciosa. En todo caso, seguiremos atentos a la panta­lla.