Serena

Bier vuelve a Estados Unidos y se pega un buen costalazo en una película de encargo que no carbura

Serena (2014)

Serena: Cuando los grandes se equivocan

Se esperaba con ganas la segunda película norteamericana de la danesa Susanne Bier, ganadora del Oscar y del Globo de Oro en 2011 a la película en lengua no inglesa. Su primera experiencia americana fue Cosas que perdimos en el fuego, que reunió en 2007 a Halle Berry y Benicio del Toro en una película aceptable, pero claramente inferior a la excelente Después de la boda (2006).

La historia de esta película de encargo (de acuerdo, lo es, pero Bier es una directora consagrada de 52 años y se le supone olfato y mucha experiencia) discurre en las Montañas de Carolina del Norte, durante la Depresión. George Pemberton y Serena Shaw se conocen y se casan. Ambos son apasionados y juntos afrontan un negocio maderero. Para llevar adelante sus deseos serán capaces de cualquier cosa, el drama aflora sin remedio.

El productor Nick Wechsler pensó en Bier como directora porque “encajaría muy bien por su capacidad para transmitir la fuerza de las relaciones. Tiene mucho ojo para retratar la intimidad y transmitir las emociones y la pasión”. Y no le falta razón. Como dejó escrito Carmen Azpurgua en su artículo Susanne Bier: materiales de contraste (Fila Siete nº 156, junio 2013) Bier “filma la emoción, el dolor, la soledad en el punto mismo en el que afloran, desde donde salen al exterior”.


Y en Serena, esto es así, pero no le sale igual de bien que en sus películas logradas, auqnue el director de fotografía sea el habitual. Bier cuenta con dos actores que despiertan mucho interés en un público muy amplio. Los problemas de la película empiezan cuando esas estrellas pierden su brillo porque los personajes que se les encomiendan son opacos.

Serena es una película fallida, un borrón. El guion (adaptación de una novela de Ron Rash) es muy malo. A los quince minutos de metraje ya te has salido de la historia (un tobogán operístico con escasísima capacidad de empatía) y lo que queda es un tedioso recorrido hasta llegar al final de 109 minutos de metraje que se hacen eternos, con una sobredosis musical impropia de una realizadora formada en el Dogma 95.

Un melodrama con mucho sexo y poco seso que pone de relieve que Bier baja muchos enteros cuando se separa de su guionista Anders Thomas Jensen. Con él que tiene pendiente de estreno En chance til,  que pasó por la sección oficial de San Sebastián. Una segunda oportunidad, que eso significa el título danés. Según nos contó Claudio Sánchez (“una película muy dura pero muy poderosa”), nada que ver con la turbulenta Serena.

Los grandes también se equivocan.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Morten Søborg
  • Montaje: Matthew Newman, Pernille Bech Christensen
  • Música: Johan Söderqvist
  • Distribuidora: DeAPlaneta
  • Duración: 109 minutos 
  • Calificación: +18 años (X+)
  • Estreno en España: 31.10.2014

EE.UU. 2014.

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