She Dies Tomorrow

· El espectador es muy consciente de que Amy no se dirige a sí misma y a sus compañeros de pantalla, sino le está interpelando directamente, al compás del Requiem de Mozart que se escucha continuamente en She Dies Tomorrow.

El segundo largometraje como directora de la actriz Amy Seimetz es una obra curiosa, con el look y la temática del cine independiente norteamericano, donde da rienda suelta a una incómoda pero realista reflexión sobre la condición mortal del hombre: inicialmente todos sabemos que no somos inmortales.

La protagonista, llamada Amy como la directora, va directamente al grano: «voy a morir mañana» y, junto a la angustia, viene la relativización de todo, decisiones que tomé que no habría tomado si hubiera sabido, cosas que parecían importantes segundos antes de saber que iba a morir mañana, ahora parecen ridículas. Y el espectador es muy consciente de que Amy no se dirige a sí misma y a sus compañeros de pantalla, sino le está interpelando directamente, al compás del Requiem de Mozart que se escucha continuamente.

Con un aire ligeramente inquietante, surrealista y levemente irónico al mismo tiempo, la película se deja ver con facilidad: no plantea cuestiones abstractas, sino que va directamente a hechos concretos. Es antológico el diálogo «¿Por qué no te relajas y ves una película?» «Una película es una hora y media», corolario: es una pérdida de tiempo cuando la muerte está tan próxima.

She Dies Tomorrow podría ser una formidable broma, la puesta en escena de una obsesión personal de la directora/guionista que ha dado su nombre al personaje principal, o una simple llamada de atención, interesante bien que minoritaria.