Sidney Poitier

Sidney Poitier es un gran documental biográfico realizado con mucho arte y con muchísimo cariño. Se trata de un sentido homenaje que viene apoyado por un buen puñado de estrellas de los medios entre los que vale la pena mencionar a Oprah Winfrey, a Denzel Washington, a Halle Berry, a Spike Lee, y también a Robert Redford y Barbra Streisand. Ellos y otros muchos quieren hacer justicia a Sidney Poitier, que fue mucho más que un gran actor. Fue un icono en Hollywood, y fue activista en plena lucha por los Derechos Civiles. También fue un hombre dedicado a su familia, familia que ha colaborado en este documental, y director y productor de éxito, faceta mucho menos conocida.

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Sidney Poitier nació en Cat Island, en las Bahamas. Era hijo de un modesto agricultor. A los 15 años marchó a vivir con su hermano mayor a Miami. Apenas había sido escolarizado e ignoraba todo sobre el mundo. En Miami se dio cuenta por primera vez del racismo que dividía a la sociedad norteamericana; en su isla casi todos eran negros. A los 18 años marchó a Nueva York. Tuvo que superar muchas dificultades hasta conseguir un papel en el Teatro Negro Americano, donde un observador se fijó en él y le propuso que trabajara para Zanuk. Firmó un papel importante en la película de Joseph Mankiewicz Un rayo de luz (1950). Fue el inicio de una carrera llena de obstáculos. Los papeles que le llevaron a la fama tardarían años en llegar: Fugitivos (1958), Los lirios del valle (1963). Como subrayan Denzel Washington y otros, no es nada fácil ser el primero. En efecto, antes de Sidney Poitier los actores negros tenían papeles mínimos y debían ser graciosos. Con él como protagonista en historias serias algo empezó a cambiar en Hollywood. Poitier era muy consciente de lo que representaba.

Reginald Hudlin (Safety), director (negro) de este documental, nos cuenta entonces su faceta de activista, en la época de Martin Luther King y de Arde Mississipi, y de cómo más adelante activistas negros le acusarían de ser complaciente con los blancos. Una línea de fuerza de esta historia es su amistad con Harry Belafonte, actor y cantante negro, muy significado por su activismo político, que se prolongó toda su vida. Otra, más importante aún, fue su faceta familiar. Reconoce Poitier que la mayor influencia en su vida fue su padre, y él mismo siempre consideró que lo más importante fue su familia. De hecho aparecen en pantalla Juanita, su primera mujer, varias de sus hijas y su segunda mujer.

Hay mucho más que decir, pero mejor es verlo. El material de archivo utilizado es abundantísimo y de primera calidad; el ritmo de la narración, impecable.