Sin control: El reino del martillo
Sin control > Crítica actualizada en mayo de 2020
De la conjunción del australiano Stuart Beattie, autor de guiones comerciales bien desarrollados (Collateral o Piratas del Caribe), y el productor di Bonaventura, que ha explotado con éxito cintas como Ocean´s eleven o Matrix, se podía esperar un producto de una aceptable calidad, con éxito de taquilla.
Pero contra lo previsto (lo del éxito de taquilla en Europa está por ver) la calidad deja mucho que desear. Este thriller -adaptación del best seller homónimo de James Seigel– es el primer largometraje americano del director sueco Mikael Håfström (Evil, 2003), y el resultado es una verdadera… america-nada.
La historia tiene un arranque poco original (recuerda a títulos de mucha más calidad como La sombra de un secuestro, Pieter Jan Brugge, 2004): un señor normal, con una vida rutinaria, sale una mañana de casa, después de una despedida fría de su mujer, que parece distante. Camino del trabajo le sucede algo que cambiará el rumbo de su vida. Conoce en el tren a una mujer que le hace un favor. Surge la atracción y conciertan una cita y luego otra… La película cuenta con una buena fotografía e interpretaciones decentes (el doblaje es espantoso). La música es mínimamente acertada. El problema está en el guión: la historia es previsible, poco creíble desde el arranque; los conflictos, bastantes chapuceros; los puntos de giro no consiguen generar la tensión adecuada; el arco de transformación del protagonista es verdaderamente risible. En Collateral no se usaba en exceso el martillo: aquí es el rey de la función.
Recaudó 40 millones en USA, quizás por el tirón de la televisiva Anniston. Costó 22 más promoción.
Ficha Técnica
- Dirección: Mikael Håfström,
- Guion: Stuart Beattie,
- Intérpretes: Clive Owen, Jennifer Aniston, Vicent Cassel, Melissa George,
- País: EE.UU. (Derailed, 2006)
- Fotografía: Peter Biziou
- Montaje: Peter Boyle
- Música: Edward Shearmur
- Distribuidora: Buena Vista