Sin destino: Auténtica y poliédrica

Comparada con películas como El pianista y La lista de Schindler, esta adaptación al cine de la novela de Imre Kertész tiene una personalidad visual y argumental muy diferente. La elección del punto de vista vertebrador de un adolescente de catorce años es una novedad cualitativa importante. La fragilidad infantil se equilibra a esa edad con el brotar de las preguntas, de la rebeldía y también de la fuerza física y la capacidad de resistencia. El actor protagonista hace un trabajo impresionante: su mirada sintetiza a la perfección las tensiones antes señaladas.

Visualmente, Sin destino es un magnífico ejercicio de estilo depurado. La trayectoria fotográfica del director se plasma en unos encuadres perfectos, iluminados tenebristamente y coloreados con el tono sepia de una esperanza que languidece. La cámara se mueve suavemente y hace unos travellings con reverencial parsimonia que ayudan a comprender aquello que decía Godard de que cada movimiento de cámara implicaba una decisión moral.

- Anuncio -

El tratamiento del asunto es también original. El protagonismo no lo tiene la peripecia histórica y política, sino la inocencia de un niño sobre el que cae una maldición que no comprende y que despierta en él algo nuevo: el sentimiento de odio. Apuntalan al personaje una coral galería de secundarios que completan lo que, en caso contrario, sería un cuadro muy sesgado.

La presencia de la religión judía en la vida del niño es prácticamente inexistente, así como su referencia a Dios. Por ello se comprenden mejor sus escarceos finales con el odio y con el nihilismo. Probablemente el divorcio de sus padres y el nuevo emparejamiento de su progenitor estén en el origen de ese descreimiento. En cualquier caso, es tan poliédrica la película, y de un aire tan auténtico, que debe ponerse junto a El hundimiento y La vida de los otros como uno de los imprescindibles testimonios del siglo XX.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Gyula Pados
  • Montaje: Hajnal Sellõ
  • Música: Ennio Morricone
  • Duración: 140 min.
  • Público adecuado: +18 años (VXD)
  • Distribuidora: Baditri
  • Hungría (Sorstalanság), 2005
  • Estreno: 26.10.2007
Suscríbete a la revista FilaSiete