Sin noticias de Dios

Sin noticias de Dios: 13 nominaciones con la ayuda de Dios

Irregular pero enormemente atractiva. Así resume Nuria Vidal, en la sección de crítica de Fotogramas, su opinión sobre la película de Díaz Yanes. Comparto la apreciación y añado que ojalá el nivel del cine español lo marcaran obras como ésta, fallidas sí, pero capaces de suscitar un debate enjundioso. Lo digo porque el año 2001 de cine español ha sido flojo, por no decir algo más duro.

Tiene Sin noticias de Dios una factura soberbia que debe mucho al excepcional trabajo fotográfico de Paco Femenía, pero también al acierto mayúsculo en las localizaciones y a una dirección artística primorosa. La música de Bonezzi marca los tiempos de la historia y lo hace con solvencia. En lo interpretativo, Penélope Cruz y Victoria Abril cumplen con oficio y brillan en algunos -pocos- momentos, como en esa magistral secuencia de las cajeras del supermercado. Si miramos las cosas con calma, convendremos en que lo que se sale de la media es el recital de Echanove y de Gutiérrez Caba, de los hermanos Bichir, todos ellos sólidos hasta decir basta.

El gran problema de Díaz Yanes es que su propia idea motriz -una brillante idea- le viene grande como guionista. El planteamiento inicial, original y vigoroso se va desdibujando a medida que avanza el metraje, en parte porque el guión se torna previsible y transita por caminos muy frecuentados, en parte, porque falta poda para evitar la confusión que se adueña de la cinta. Díaz Yanes, uno más, sexualiza los conflictos hasta lograr un nivel de saturación que acaba por resultar torrante. Las dos actrices protagonistas se desmandan y se desata un tour de force de lucimiento que genera numeritos musicales ridículos (aunque maravillosamente rodados) y situaciones dramáticas forzadas que buscan temperatura a cualquier precio.

Sin noticias de Dios opta a 13 premios Goya (2 de febrero), solo superada por Los otros (15). En los premios del Círculo de Escritores Cinematográficos (21 de enero) es la segunda película con más candidaturas, después de Los otros (7). Los miembros del CEC manifiestan poco interés por la candidata española al Oscar, Juana la loca, que obtiene una solitaria candidatura, la de Pilar López de Ayala a mejor actriz.