Spectre: El tándem Sam Mendes-Daniel Craig vuelve a funcionar

· La película conjuga bien la pirotecnia -que la hay sin recortes- con un cierto desarrollo de las tramas, subtramas y personajes.

El último Bond arranca en México, en la multitudinaria y colorista fiesta de los muertos. En medio del desfile, y mientras este recorre las calles, hay un tiroteo, una huida a pie, una brutal explosión y una espectacular persecución… en helicóptero. Todo, antes de los créditos (no me estoy saltando la expresa petición de la distribuidora que pidió en el pase que evitáramos contar más de la cuenta… cosa que, visto el final, se entiende).

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Con este arranque, Sam Mendes demuestra que el género es género y Bond es Bond por más que este capítulo del tándem CraigMendes confirme también que hasta a un personaje de cartón piedra se le puede insuflar algo de alma con un poco de trabajo de guion, unas cuantas líneas de diálogo bien escritas y un casting potente. Esto es lo que tiene Spectre y no es poco.

La película conjuga bien la pirotecnia -que la hay sin recortes- con un cierto desarrollo de las tramas, subtramas y personajes. Como en Skyfall, el héroe enseña sus heridas y el villano -en esta ocasión un histriónico pero, a pesar de todo, creíble Christoph Waltz– explica los móviles de sus crímenes. Los secundarios no son meros comodines y la solvencia de los actores que los interpretan añade muchos kilates a una película que sobre el papel pudiera haber sido muy plana.

Spectre, a pesar de sus 148 minutos, se aguanta perfectamente. La acción está bien dosificada y no hay apenas caídas de ritmo. Los pequeños guiños humorísticos se agradecen, al igual que el sorpresivo final. Cine comercial pero con caché… como el propio James Bond.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Hoyte van Hoytema
  • Montaje: Lee Smith
  • Música: Thomas Newman
  • Duración: 148 min.
  • Público adecuado: +16 años (VS)
  • Distribuidora: Sony
  • Gran Bretaña, EE.UU., 2015
  • Estreno en España: 6.11.2015
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