Star Wars: Los últimos Jedi

Star Wars: Los últimos Jedi | Sin salirse del molde

· Star Wars: Los últimos Jedi plantea más de una vez el problema de la obediencia ciega, sigue apostando por la generosidad y el heroísmo, por el esfuerzo y por la esperanza y, fundamentalmente, por la familia.

Hace dos años dejábamos a la joven chatarrera Rey a punto de conocer a Luke Skywalker. Ellla acude en busca de ayuda, como el propio Luke hiciera años antes, cuando partió en busca de Obi Wan Kenobi. La historia continúa del modo esperado. Rey discutirá con el último Jedi, los rebeldes, dirigidos por la general (antes princesa) Leia, siguen recibiendo golpes de la Primera Orden (antes Imperio). Una misión casi suicida es esencial para salvar a los últimos rebeldes. Kylo Ren, nieto de Darth Vader, sustituye a su abuelo entre las fuerzas imperiales; y nuevos guerreros se unen a personajes que ya empiezan a ser entrañables entre los seguidores de Star Wars.

Dirige esta nueva entrega de la saga galáctica Rian Johnson, guionista y director, conocido sobre todo por Looper, curiosa película que no llega, según dice Van Damme, a la altura de su Time Cop. Johnson es también autor del guion y hace un doble trabajo lo bastante bueno para satisfacer a los fans de la serie, aunque se le pueden poner algunos leves reparos.

Los últimos Jedi es una cinta entretenida, tiene mucha acción que avanza a un ritmo trepidante; se ve bien a pesar de su larguísima duración pero, al igual que hiciera Abrams en la anterior entrega, hay un miedo notable a salirse de unas líneas marcadas a fuego en algún lugar y la historia, entretenida y bien interpretada, además de guiños ocurrentes, contiene diversos deja vú. En ese sentido Rogue One era una película mucho más osada, se atrevía a salirse un poco del molde. Johnson prueba, con acierto, dar profundidad a sus personajes, sobre todo insistiendo en su debilidad y su capacidad de equivocarse. También son interesantes las nuevas incorporaciones, masculinas y femeninas, al ya amplio elenco de personajes de esta saga.

Los últimos Jedi plantea más de una vez el problema de la obediencia ciega, sigue apostando por la generosidad y el heroísmo, por el esfuerzo y por la esperanza y, fundamentalmente, por la familia.