Steamboy

Con una duración de casi dos horas, la película dista mucho de las expectativas que había generado, en gran medida por las flaquezas del guión, co-escrito por el propio Ôtomo y Sadayuki Murai

Steamboy

Steamboy: El regreso del padre de Akira

Katsuhiro Ôtomo (Miyagi, 1954) es uno de los nombres fundamentales del cine de animación japonés. Gra­cias a él y al filme Akira (1988), el anime con­siguió hacerse un hueco en el mercado occi­dental y abrió paso a otros realizadores co­mo Hayao Miyazaki o Yoshia­ki Kawaji­ri. Han tenido que pasar diez años para que Ôto­mo presentara su siguiente proyecto co­mo director, ya que hasta este momento compaginaba la realización de Steamboy con colaboraciones para películas de episodios o su­pervisiones.

Ambientada en la Inglaterra de finales del siglo XIX, Steamboy se centra en las aventuras de un muchacho llamado Ray, que recibe de su abuelo una bola misteriosa que tendrá que proteger a toda costa. Con una duración de casi dos horas, la película dista mucho de las expectativas que había generado, en gran medida por las flaquezas del guión, co-escrito por el propio Ôtomo y Sadayuki Murai (Per­fect blue y Millennium actress). A pesar de unos primeros veinte minutos magistrales (que recuerdan a la serie de animación Sher­lock Holmes), Steamboy comienza a flaquear con la aparición del personaje de Scarlett. Ex­cepto el pequeño Ray, el resto de los protagonistas resultan ser figuras estereotipadas sin unas motivaciones claras. En este sentido, sorprende el lamentable arco de evolución del padre de Ray o la futilidad de la aparición de Scarlett.

No obstante, el filme cuenta con el sello de calidad de Ôtomo en cuanto a la animación y a la puesta en escena se refiere. Basándose en modelos expuestos en el Science Museum de Londres y en otros extraídos de su imaginación, Ôtomo muestra una fascinante gale­ría de artilugios movidos gracias al vapor. Del mismo modo resalta la utilización de la téc­nica onecut, que consiste en seguir el movimiento de los personajes con la cámara obteniendo una gran versatilidad, elegancia y be­lleza fruto de un gran esfuerzo técnico. Aun­que ya había utilizado con anterioridad dicha técnica -en Memories, en el episodio Cannon fodder-, es aquí donde demuestra to­da su versatilidad. Este dato es curioso si tenemos en cuenta que esta pieza corta, ambientada en la Primera Guerra Mundial, fue el germen de Steamboy y uno de los mejores tra­bajos de Ôtomo. No podemos decir lo mis­­­mo de la defectuosa integración de animación tradicional y 3D, que termina entorpeciendo, en ocasiones, la fluidez visual.


Es muy probable que los problemas de guión tengan su origen en la imposición de la productora de dirigirse a un público objetivo de entre 8 y 12 años, cuando la película, con referencias políticas y un marcado tono crítico, estaba inicialmente concebida para un tar­get más adulto, cosa que no extrañará a los que recuerden la crudeza de Akira. En definitiva, pesan las excesivas revisiones realizadas al guión.

Ficha Técnica

  • País: Japón (Suchîmubôi, 2004)
  • Montaje: Takeshi Seyama
  • Música: Steve Jablonsky
  • Dirección artística: Kimura Shinji
  • Distribuidora: Columbia
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