Sueños de Shanghái

Sueños de Shanghái: El futuro de los hijos

Séptimo largometraje del realizador chino Wang Xiaoshuai, conocido sobre todo por la valiosa La bicicleta de Pekín, Oso de Plata y Gran Premio del Jurado en el festival de Berlín 2001. Varios de sus filmes anteriores fueron prohibidos por el gobierno comunista chino.

En este nuevo título, premio especial del Jurado en Cannes 2005, Xiaoshuai recorre las desventuras de una de las familias chinas que, apoyadas por el gobierno de Mao, abandonaron Shanghái para establecerse en zonas desfavorecidas del país e impulsar así la industria local. Diez años después, el padre, Wu Zemin, vive atormentado pensando en volver a Shanghái. Su principal preocupación es que su hija mayor, Qinhong, una bella joven de 19 años, estudie, llegue a la Universidad y no establezca relaciones con ningún chico de la aldea.

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Además de una clara denuncia política -reflejada en el desengaño de unos hombres idealistas-, hay otro tema que recorre el filme desde el principio hasta la dedicatoria final de Xiaoshuai a sus padres: la preocupación de los padres por el futuro de los hijos puede estar mal planteada, dando lugar a situaciones muy duras. El dramatismo de Sueños de Shanghái está llevado hasta el extremo, y algunas actitudes -la intransigencia de Wu Zemin, la resignación de su esposa o la frivolidad de la mejor amiga de Qinhong– podrían ser de un esquematismo casi insultante. Sin embargo se percibe un deseo de comprender a los personajes y sus nobles intenciones, lo cual da cierta esperanza a esta desoladora película.