Supercañeras: El internado puede ser una fiesta

Supercañeras: El internado puede ser una fiesta | Desmadre en el internado

Supercañeras: El internado puede ser una fiesta | St Trinian’s es una escuela anárquica que se enfrenta a una crisis económica. La directora, Camilla Fritton, es intimidada por su amor de juventud, ahora ministro de Educación que amenaza con cerrar el colegio. Para evitarlo, las alumnas de St Trinian’s deciden robar uno de los cuadros más cotizados del Museo Nacional, La joven de la perla.

Oliver Parker (Otelo, Un marido ideal, La importacia de llamarse Ernesto, Fundido a negro) y el hasta ahora productor Barnaby Thompson dirigen esta historia basada en unos populares dibujos de Ronal Searle, un consolidado caricaturista londinense. El guión es de Piers Ashworth y Nick Moorcroft. En el reparto, Rupert Everett, Collin Firth y varias jóvenes actrices que están despuntando, encabezadas por Jodie Whittaker (a la que acabamos de ver en Good).

Todos estos nombres no consiguen levantar una comedia caracterizada por la incongruencia. La idea de «grupo de niñas adolescentes y rebeldes que son capaces de cualquier cosa cuando sus intereses entran en juego» está muy trillada en el cine y carece de originalidad. Lo único novedoso son las artimañas para conseguir el dinero pero ni siquiera éstas tienen demasiada gracia (entre otras cosas porque las situaciones pretendidamente divertidas se repiten hasta cansar).

Es una verdadera lástima que un proyecto con un equipo tan poderoso, con el que se podría haber hecho un buen trabajo (el londinense Parker ha demostrado ser capaz de hacer películas muy dignas), se haya quedado en una producción burda y sin matices. El título en español, un verdadero poema, expresa bien las dificultades de la película.

Tamara Rozas Gutiérrez