Sylvia

Drama romántico ambientado en los años 50, protagonizado por Gwyneth Paltrow y Daniel Craig, con el suicidio como telón de fondo

Sylvia: No parecen poetas

No conozco la obra poética de Sylvia Plath ni la de su marido Ted Hughes, pero de todos modos a través de la película de Jeffs, directora neozelandesa de 40 años, no se nos da a conocer nada prácticamente: una estrofa de un poema de S. Plath. Con esto quiero hacer notar que lo mejor del mundo interior de estos dos poetas queda desconocido para el espectador.

No conozco tampoco la vida de ambos, pero sé que ella (norteamericana) murió -se suicidó- en el 63, y él (inglés) murió después de cáncer, en 1998. Su hija y su hijo viven actualmente, ya casados, en Canadá. Son pues personajes actuales. Y en la película nos encontramos en Inglaterra, en Norteamérica, y en Inglaterra de nuevo.

Confrontando la verdadera biografía, cabe decir que el guión desacuerda con la realidad hasta en lo más básico. ¿Qué se ha pretendido? ¡No se nos da a conocer su poesía ni su verdadera vida! ¿Entonces? Vemos, sí, a una hermosa joven -de la que sabemos enseguida que ha intentado suicidarse dos veces, y que es depresiva y neurótica-, y a un atractivo joven que arrebata a las mujeres. Sylvia, arrebatada, se casa con él; y él con ella, claro, a pesar de que sabe lo que se le puede venir encima… y se le viene. Él se distrae con otras mujeres y ella se suicida.


Para desarrollar eso cinematográficamente no hacía falta tomar a dos poetas reales, de los que en verdad no se llega a saber nada ni de ellos ni de su obra. Se compone, sí, con sus cuerpos desnudos un par de escenas quietas como de modelos pictóricos para cuadro cubista; los ambientes en Norteamérica y en Inglaterra son también muy estéticos, parecen cuadros igualmente o acuarelas… ¿¡Pero y qué!? Es una lástima ver sufrir tanto a la pobre Paltrow, tan guapa y tan rubia, y que Daniel Craig (el malo de Camino a la perdición) tenga que adoptar una constante postura enigmática y cruel… sobre todo enigmática. Queda folklórico y colorista que Jared Harris sea el amigo Álvarez… Y un suicidio siempre es una cosa tremenda, aplastante, un mal irremediable y angustioso.

Ficha Técnica

  • Fotografía: John Toon
  • Montaje: Tariq Anwar
  • Música: Gabriel Yared
  • País: Reino Unido
  • Año: 2003
  • Distribuidora: TriPictures
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