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El tesoro del Amazonas

Berg rueda con oficio una película entretenida, que empieza con un festival de sopapos en un club de alterne y cuela varios diálogos innecesariamente groseros

El tesoro del Amazonas (2003), de Peter Berg

El tesoro del Amazonas: The perfect bofetón

El tesoro del Amazonas | El guionista de Basic de McTiernan y el de tropecientos episodios de Xena, la princesa guerrera han unido sus saberes de la cosa belíco-aventurera al servicio del director Peter Berg (Nueva York 1964), actor que ya dirigió antes Very bad things, con Cameron DíazChristian Slater.

Un presupuesto generoso (85 millones de dólares), si se tiene en cuenta que el rodaje tuvo lugar en Hawai y Los Ángeles, respalda esta historia de un rocoso matón que quiere escapar de su pasado mamporrero aceptando un último trabajo: casarse con una peluquera. No, perdón. Encontrar y traer de vuelta a casa (L.A. Cal. USA) a un arqueólogo añorado por su papá. Pero el arqueologo está detrás de un tesoro, y…

Con una cámara acolchada (los bofetones vienen y van sin cesar) Berg rueda con oficio una película entretenida, que empieza con un festival de sopapos en un club de alterne y cuela varios diálogos innecesariamente groseros. El malo es Christopher Walken y la música de un compositor de moda, el inglés Harry Gregson-Williams, que se ha encargado de las secuelas de Shrek y Bridget Jones que están por venir.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Tobías Schleissler
  • Montaje: Richard Pearson
  • Música: Harry Gregson-Williams
  • País: EE.UU.
  • Distribuidora: Columbia
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