Inicio Críticas películas The deep blue sea

The deep blue sea

Una película con grandes momentos de interpretación, música y pulso en la dirección, pero que termina siendo excesivamente lenta

The deep blue sea

The deep blue sea: Profunda y abstracta infidelidad

The deep blue sea | Una película con grandes momentos de interpretación, música y pulso en la dirección, pero que termina siendo excesivamente lenta.

La infidelidad ha dado lugar a grandes pe­lículas. Sin salir de Inglaterra, David Lean rodó en 1945 una de sus obras maestras: Breve encuentro. The Deep Blue Sea es tam­bién una producción británica dirigida por uno de esos elegantes directores ingle­ses (Terence Davies, director de La ca­sa de la alegría) que en este caso adapta una obra de teatro de un magnífico drama­turgo inglés (Terence Rattigan) que ya inspiró otras grandes películas (Mesas se­paradas, La versión Browning y El caso Winslow).

A lo largo de hora y media de metraje el es­pectador es consciente que la película as­pira a ser grande. Y lo tiene casi todo pa­ra serlo. De hecho en su estreno en el úl­timo Festival de Cine de San Sebastián, mu­chos hablaron de que estábamos ante una de las favoritas para la Concha de Oro (que finalmente perdió de manera surrealista ante la película de Isaki Lacuesta). Ra­chel Weisz está inmensa, siempre desde el minimalismo interpretativo y una voz que expresa el alma del personaje, y Tom Hiddlestone (que hace poco hemos vis­to interpretando al acartonado y perver­so Loki, en Los Vengadores), está a la al­tura, con una fisonomía y una interpreta­ción que recuerda mucho a Leslie Howard.

El argumento teatral no queda asfixiado en la gran pantalla gracias al buen hacer de Terence Davies, que tiene momentos vi­sualmente impresionantes: el cruce de mi­radas inicial de los amantes, el flashback contado con una sugerente transición en la es­tación de tren… Por otro lado el texto del propio Davies tiene eco y profundidad, pe­ro no acaba de cerrar bien la historia y des­pedir a los personajes.

Dice un importante crítico de nuestro país que “si no fuese por Rachel Weisz, la his­toria me daría igual”. No estoy de acuer­do del todo pero reconozco que la pe­lícula deja más indiferente de lo que de­bería. Los personajes no tienen el carisma necesario para que su historia interese y su engaño (el único tema de la pelícu­la), acaba por no ser un conflicto suficien­te para llenar una buena historia.

Es representativo el uso de la banda sono­ra que, siendo sugerente, acaba estando de­masiado presente. Quizás ese exceso de esteticismo, unido a una morosa contem­plación, hacen que el film aca­be sien­do por momentos redundante: a ratos bri­llante, a ratos algo superficial para el te­ma que está tratando.

No es una de esas pe­lículas que uno se lleva puesta durante unos días. Y eso hace que la sensación final es que el director se ha quedado a mitad de camino.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Florian Hoffmeister
  • Montaje: David Charap
  • Música: Samuel Barber
  • Intérpretes: 
  • Duración: 98 m.
  • Público adecuado: +18 años (X)
  • Distribuidora: Warner
  • The Deep Blue Sea. Reino Unido, 2011.
  • Estreno en España: 22.6.2012
Suscríbete a la revista FilaSiete

Salir de la versión móvil