The hidden blade: Sabiduría de un veterano

The Hidden blade. Estamos otra vez ante una grande y sencilla película. Digo otra vez porque el realizador japonés Yôji Yamada, que en 2002 estrenó El ocaso del samurái, con guión basado en tres relatos del escritor y periodista Shusei Fujisawa, vuelve a tomar los mismos textos para hacer una segunda película y ya prepara la tercera, El brillo en la nieve, que se estrenará en 2007. Todo con arreglo a este esquema: un samurái está en el ocaso de su suerte, cuando he aquí que una circunstancia le obliga a usar su espada, por tantos años oculta, al mismo tiempo que el brillo del amor va fundiendo la nieve de su vida.

El argumento de La espada oculta pone el acento en aspectos diferentes, añade humor, hay más alegría. Es y no es más dramática que El ocaso del samurái. Evidentemente los actores son distintos, y aquí hay también más personajes del clan Unasaka, y los lugares no son los mismos: la zona costera de Shonai, al Norte. Tal vez la historia de amor cobra más importancia y atención en La espada oculta.

¿Es un drama histórico, como el mismo director dice? Sí… Quizá sí. Drama porque tiene esa peculiar tensión de pasiones, elegantemente contenidas por el honor samurái y su código de comportamiento, por la rígida estructura social, que ya (estamos a finales del siglo XIX) separa más que ordena. Y el drama es histórico en tanto que evoca una realidad social que tuvo lugar -con más o menos semejanza- en un tiempo pasado y en una sociedad precisa, en Japón.

Un mundo antiguo y una cultura, tan poética, que debe recibir y asimilar el moderno mundo occidental: la cámara de Yamada presenta con una serenidad pictórica, con una sencillez propia de lo que es grande, belleza y ternura, conflictos, violencia, a veces muy cruel. Su sabiduría creativa le permite alternar amplias panorámicas con planos más cercanos, interiores, luz y oscuridad, paisajes… de tal modo que cada secuencia y escena se relatan como viene exigido por el momento interior. ¿Cómo? Como viene exigido, como tiene que ser. Éste es el misterio de la creación.

La entrega y consumada pericia de los actores es ya proverbial en la escena japonesa. En lo que se refiere a la eficacia con que se presenta la realidad cotidiana y la naturaleza -arte y belleza-, ahí están Mutsuo Naganuma (fotografía), Isao Tomita (música) y el equipo artístico, todos sobresalientes.


The hidden blade (Kakushi-ken: oni no tsume)

Japón, 2004

Ficha Técnica

Fotografía: Mutsuo Naganuma Montaje: Iwao Ishii Música: Isao Tomita Distribuidora: Notro

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