The Innocents

Ida, Anna y sus padres se mudan en pleno verano. Ida tiene unos nueve años, su hermana mayor puede tener doce o trece, no importa, es autista y no habla. La película se centra en ellas dos y en un par de amigos que hacen ese verano: Ben y Aisha, también de nueve o diez años. Ben descubre que puede hacer cosas con su mente. Los críos juegan a mover objetos. Resulta que Anna y Aisha también pueden participar, comunicar sus pensamientos. El primer resultado es que Anna mejora. El segundo que Ben, un niño complicado y acomplejado, descubre que tiene un gran poder.

Curiosa película nórdica, que ha sido encumbrada, en parte por sus sorprendentes planteamientos. Se trata de un pequeño thriller al que se añaden algunos toques de ciencia ficción, protagonizado por pequeños. El cocktail puede ser tremendo y tiene muchas papeletas para fracasar pero, en este caso, sale bien. Hay que corregir esta última expresión. Sale bien significa que la película es interesante, transmite inquietud desde el principio, tiene un planteamiento original  que se desarrolla con buena lógica y lleva a un desenlace adecuado. Ahora bien, siempre que ponemos a niños en pantalla hay que tener cuidado, y Eskil Vogt, guionista y director, tiene unos parámetros diferentes a los míos. Ya lo demostró con Thelma y con La peor persona del mundo, interesantes y muy pasadas de rosca.

En el caso presente tiene un arranque lento, que le sirve para presentar la acción y los personajes a placer. Desde el principio queda claro que hay dos historias diferentes: una de padres e hijos que, en sus tres ejemplos, es un desastre; la otra es de niños, que nos muestra capaces de lo mejor y de lo peor, realizando lo mejor y lo peor. Estos cambios son inquietantes y las decisiones morales que implican pueden resultar sobrecogedoras. Una vez nos damos cuenta de las reglas del juego que utiliza Vogt, el thriller avanza como un tiro. Debo reconocer que este guionista tiene mucho talento, pero me parece que no tiene un criterio ético claro y consistente.

Pequeña historia fantástica que puede dar mucho que hablar pero que, en el fondo, no pasa de una fantasía del director y guionista, bien apañada, ambientada en una sociedad decadente.