Tímidos anónimos

Tímidos anónimos: Insoportable timidez

Angélique es una joven chocolatera con un caso de timidez tan agudo que acude a terapia. Cuando comienza la historia, Angélique encuentra un trabajo en una chocolatería al borde de la quiebra, cuyo jefe, Jean-René, tiene un problema de timidez similar al de Angélique, pero lo oculta bajo una máscara arisca. Naturalmente se sentirán atraídos el uno por el otro. Naturalmente el talento de la joven puede ayudar a salvar la empresa.

Amable y divertida comedia franco-belga, con un sencillo aire de fábula. El tono es ingenuo, las situaciones cómicas se basan más en los personajes que en las situaciones; particularmente el actor belga Benoît Poelvoorde, cuya fama de histrión está en alza, que tuvimos ocasión de ver recientemente en Nada que declarar. Frente a él Isabelle Carré tiene una presencia encantadora. El idilio entre los tímidos es de una sencillez elegante conmovedora.

Tímidos anónimos está dirigida por Jean-Pierre Améris (La vida) con ritmo y buen gusto, un simple detalle burdo no empaña un conjunto brillante, con su amable y optimista búsqueda de la felicidad.

▲ La pareja protagonista.

▼ La historia es una simple anécdota explotada al máximo.

Sinopsis

Angélique y Jean-René, dos personas excesivamente tímidas, coinciden en una terapia de grupo para gente acomplejada y con problemas de comunicación. Sin embargo, de repente, se enamoran a primera vista. Poco a poco su relación se verá entorpecida por culpa de sus dificultades para relacionarse.