Todo lo que tú quieras: La felicidad de un hijo

Achero Mañas ha tardado siete años en estrenar su tercera película, pero la espera ha valido la pena. Su andadura como director comenzó allá por el año 2000, con la interesante y pemiada cinta El bola (Goya mejor película, Director Novel, guión y actor revelación). Era difícil mantener el mismo nivel y Noviembre (2003) nos dejó fríos, sin más. Con su tercera película, Mañas no defrauda y vuelve a demostrar que es bueno, muy bueno como guionista y como realizador.

Leo es un abogado experto en derecho de familia, casado con Alicia. Tienen una hija, Dafne, de cuatro años. La desaparición de Alicia obligará a Leo a replantear sus funciones como padre, con una pequeña que reclama, ansiosa, la figura materna. Sus decisiones para hacer feliz a su hija le llevarán a una situación muy compleja, en la que un homosexual que ha conocido tendrá un papel muy relevante.

Con este punto de partida, Achero Mañas monta una excelente historia con variados y ricos matices. Una historia arriesgada en algunos puntos, como sucede con la estrambótica y metafórica decisión de Leo para ayudar a su hijita. Juega con este riesgo -que pone en serio peligro el equilibrio narrativo del relato- pero lo administra con aplomo y coherencia.

Mañas ha vuelto a ese trasfondo poderoso, de auténtico cine social pendiente del hoy y ahora de la sociedad en la que vive, que ya tenía El bola. En este sentido es tremendo el varapalo al sistema judicial que tiende sistemáticamente a criminalizar al padre, por un mal entendido criterio de discriminación positiva. La convicción de que los hijos necesitan un padre y una madre, un hombre y una mujer que les quieran y les eduquen aportando lo propio y característico de cada sexo es evidente, aunque Mañas es hábil para evitar los discursos postizos y el énfasis, que casi no aparece.

Un buen guión y unas buenas interpretaciones para una galería de personajes variados en cuanto a situaciones y estilos de vida, construidos con cariño y respeto. Todos están muy bien, aunque destaca el trabajo de Juan Diego Botto, junto a una tiernísima y pequeñísima Lucía Fernández, eficazmente seguida por el director. No faltan en Todo lo que tú quieras diálogos magníficamente escritos, de honda emoción y a la vez muy naturales, como los que sostiene Leo con su padre o con Pedro, su socio y amigo.

La historia, sensible y emotiva, pero a la vez contenida, lleva el ritmo musical de Leiva, uno de los componente del grupo Pereza, que debuta con aplomo y solvencia, contribuyendo al alto nivel de la que será una de las películas españolas de la temporada.

Cosas de la vida, en el mismo día hubo críticos que vieron la película de Mañas por la mañana y por la tarde la excelente Héroes, de Freixas, premio del público en el Festival de Málaga. Menudo día de buen cine español. Ojalá tengamos muchos más.


El guión y las interpretaciones.

Alguna situación tópica.

Ficha Técnica

  • España, 2010
  • David Omedes
  • José Manuel Jiménez Martínez
  • Leiva
  • Wanda Visión
  • 101 minutos
  • Mayores de 18 años (sexo incidental, lenguaje crudo incidental)
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Reseña
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Profesora universitaria de Cine Español y Estética Musical. Coordinadora Académica Área de Comunicación Universidad Atlántico Medio (Las Palmas de Gran Canaria)