Transformers: El despertar de las bestias

Transformers: El despertar de las bestias | El lado humano

· Crítica de Transformers: El despertar de las bestias | Estreno 9 de junio de 2023.
· El guion se inspira en lo aprendido con la historia de Bumblebee: el público aprecia que los humanos tengan algo que decir, y les gusta que la relación humanos-autobots funcione bien.

Tras un prólogo escatológico en el que se presenta a Unicron, el gran villano cósmico, la acción se desplaza a Nueva York, en el año 1994. Conocemos a la familia Diaz, de origen hispano, con problemas económicos y un niño enfermo que necesita un carísimo tratamiento médico. Aparece también Elena, brillante becaria afroamericana, maltratada por su mentora WASP del museo. Noah Diaz y Elena Wallace serán los humanos que luchen al lado de los autobots para salvar el planeta de una destrucción segura.

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Transformers: El despertar de las bestias quiere ser el primer capítulo de una nueva saga de transformers. Es lo que ahora llaman un reboot. Si recuerdan, Shia LaBeuf protagonizó la primera trilogía live action de los transformers. Mark Wahlberg pilotó dos entregas de una nueva serie. La nueva historia comienza de cero con los planteamientos de siempre y nuevos colegas humanos para acompañar a esos cacharros mecánicos extraterrestres. Lo bueno es que les ha salido bien.

Dirige este capítulo de una nueva saga Steven Caple Jr., el director de Creed II, y cuenta con un guion escrito por muchas manos pero que, principalmente, se inspira en lo aprendido con la historia de Bumblebee: el público aprecia que los humanos tengan algo que decir, y les gusta que la relación humanos-autobots funcione bien. La primera entrega de transformers  que no dirige Michael Bay resulta una película familiar, en la que priman la propia familia, el amor por la naturaleza y la solidaridad. Se ve igual de bien y con el mismo espectáculo que las anteriores, pero importa más el lado humano. Optimus Prime y los clásicos tienen poco que decir, el protagonismo lo lleva un nuevo «bot» llamado Mirage, divertidísimo y genial compañero de Noah Diaz.

Las dos horas largas no se hacen pesadas, los nuevos protagonistas representan unos Estados Unidos modernos, más igualitarios, abiertos a hispanos y afroamericanos, y ponen discretamente las bases para desarrollos ulteriores que, sin duda, llegarán pronto.

Una película entretenida que resulta ser una pequeña y agradable sorpresa, bastante mejor de lo que se esperaba de la sexta entrega de la saga (sin contar con el spin off Bumblebee).