Transformers: El último caballero

Transformers: El último caballero | Robots en acción

· El guion de Transformers: El último caballero acumula un poco de todo, desde el mago Merlín hasta el planeta de origen de los autobots y decepticons.

La nueva entrega de esta saga continúa la misma historia allá donde la dejaron; con los autobots y decepticons perseguidos por las tropas especiales de la agencia; con Optimus Prime fuera del planeta, y con el bueno de Cade Yeager, inventor fracasado, amigo y protector de los autobots, perseguido por dar protección a los autobots. Hay una nueva amenaza, la Tierra va a ser destruida en unos días, no revelaremos más; y hay una posibilidad de evitar el desastre, es fácil de adivinar quién(es) serán los héroes, no lo es tanto el cómo: a través de la leyenda artúrica y los caballeros de la tabla redonda; está de moda enganchar cualquier historia a viejos mitos, que lo aguantan todo.

El guion acumula un poco de todo, desde el mago Merlín hasta el planeta de origen de los autobots y decepticons, pasando por sesudas disertaciones universitarias y/o persecuciones y batallas; todo un cocktail de elementos dispares que puede resultar simpático o enervar (si se toma mínimamente en serio). Cabe decir que Michael Bay está más contenido que en el capítulo anterior, de modo que las monótonas ensaladas de tiros y efectos son menos abundantes y repetitivas que antes; y que los principales humanos tienen más protagonismo que los robots, lo que mejora la historia. Pero, estamos viendo Transformers, y al final hay que volver a lo que pide esta franquicia: mucha acción, mucho clímax y poco más.

Conviene decir que visualmente es una maravilla, cómo se mueven esos objetos, cómo se integran en la acción, qué bien trabajan los actores con esos bichos; conviene decir también que los actores se toman bastante en serio su papel. Anthony Hopkins en particular, en su papel de lord inglés, guardián de arcanos secretos, confiere a la película un toque serio-bobo que no le sienta nada mal. Finalmente, ya sea por obra de Michael Bay o de su guionista, la película se ríe de sí misma, declara abiertamente los préstamos de Lucas, Disney y de tantas otras en las que se inspira.

Por lo demás, estos Transformers dan lo que prometen, no hay que buscar tres pies al gato, y mejor si no se tienen demasiadas expectativas. En mi caso, me entretuvo más que la anterior, auténticamente soporífera, pero sobre gustos…