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Un día perfecto

La contaminación de un pozo introduce al espectador en un microcosmos atractivo encarnado por espléndidos actores

Un día perfecto

Un día perfecto: Aún hay esperanza

· El director de Princesas, a pesar de contar con los medios de una gran producción en Un día perfecto, no olvida el que ha sido siempre su punto fuerte: su capacidad como narrador.

Valiente propuesta del director madrileño que entrega una comedia ácida al estilo del M.A.S.H. altmaniano. La acción se desarrolla en Bosnia en pleno conflicto balcánico y, aunque la película esta rodada en España, la cuidada ambientación y el casting internacional dotan de verosimilitud y mordiente a esta historia de cooperantes en plena crisis de identidad.

La contaminación de un pozo del cual depende el abastecimiento de varias poblaciones introduce al espectador en un microcosmos atractivo encarnado por espléndidos actores. Aranoa cuenta con un Del Toro en estado de gracia, un actor al que el encasillamiento como villano narcotraficante no ha permitido desarrollar todo el potencial de un talento del que aquí da muestra. Su Mambrú es un caramelo como personaje, y el puertorriqueño le dota de una humanidad y simpatía de las cuales se beneficia todo el elenco.

Alrededor del protagonista baila una pléyade de héroes cansados. Tim Robbins compone otro personaje a medida, socarrón e independiente al cual el actor dota de una ternura huidiza. Las chicas también brillan, Olga Kurylenko, la ucraniana que fuera chica Bond, se enfrenta a retos mayores e interpreta una mujer atractiva cuyas aristas y recovecos demuestran lo buena actriz que es. Mélanie Thierry también acierta con su retrato de la ingenuidad y lidia con el personaje quizás menos brillante, pero indispensable para la mecánica del guion que Aranoa ha trenzado.

El director de Princesas, a pesar de contar con los medios de una gran producción, no olvida el que ha sido siempre su punto fuerte: su capacidad como narrador. Últimamente a León de Aranoa le hemos visto mas implicado en empeños literarios. Su colección de relatos Aquí yacen dragones funciona como un crisol coherente con el resto de su obra, se diría que son relatos que han nacido como descartes de futuros guiones. Como en sus cuentos, Un día perfecto trabaja la metáfora y el simbolismo, el grupo humano como pequeño resumen de nuestra naturaleza.

El tiempo ha pasado para la generación de Aranoa, coetáneo de los Amenábar, Medem o Bajo Ulloa. Curiosamente todos con películas a estrenar o estrenadas este curso. Directores que se formaron en el mundo del cortometraje y que trataron de imponer un estilo. De todos ellos quizá sea el madrileño el que mejor ha sabido mantenerse a flote con una carrera pausada sin dar pasos en falso. En su filmografía, cada largometraje es una piedra que articula un discurso superior. La preocupación social y un humanismo comprensivo siempre han estado ahí y es de agradecer que el realizador no haya pactado como algunos de sus compañeros con las modas o exigencias del mercado.

A perfect day ha de verse en versión original, gran parte del interés de la cinta estriba en su apuesta por una bondad global, funciona quizás como el positivo de otras cintas corales (Iñárritu, Haggis) que primaban la alineación multicultural. Todavía hay esperanza, nos insinúa Aranoa, cuando a pesar de nuestras diferencias el ser humano es capaz de apostar por una solución común.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Alex Catalán
  • Montaje: Nacho Ruiz Capillas
  • Música: Arnau Bataller
  • Duración: 106 min.
  • Público adecuado: +16 años
  • Distribuidora: Universal
  • Estreno en España: 28.8.2015
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