Un sueño para ella

Un sueño para ella: Cenicienta ataca de nuevo

Un sueño para ella | Daphne Reynolds (Amanda Bynes) vive con su madre en el barrio de Chinatown, New York. Ha crecido feliz, pero siempre le ha faltado algo, su padre, Henry Dashwood (Colin Firth), un respetado político de Londres. En su décimo octavo cumpleaños, la niña decide viajar a la capital británica y conocer al fin a su padre, que ignora que tiene una hija. La aparición de Daphne viene en mal momento: Henry está en plena campaña política y la prensa sensacionalista no deja de husmear en su vida privada, ya que tiene planes de boda a la vista.

Gordon (La cúpula), un experto en dirección de comedias de situación, que estudió en la Yale School of Drama, maneja ingredientes inconfundibles para su segundo largometraje (el primero fue un engendro pretendidamente divertido llamado Joe Dirt), en el que ha apostado por la comedia romántica. Chica que viaja en busca de sí misma, chico que aparece y… surge el amor, con el conflicto yankee-british como telón de fondo propiciador de gags. Una pérfida madrastra ayudada por una ruín hermanastra intentarán sabotear los planes, pero una amable abuelita… El verano es buena época para comedias cenicienta como ésta, al estilo de Princesa por sorpresa, envuelta en una simpática banda sonora formada por conocidas y animadas canciones.

Un género que parece tener un publico fiel, cansado quizás de tanta truculencia antiromántica, que apetece una apacible tarde de cine y palomitas acarameladas, risas, lagrimillas y happy end sabor yogur con arándanos.