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Una ventana al mar

El director gusta y favorece los silencios cargados de expresividad, hay pocas palabras y muchas miradas. Una película que no es grande, pero sí es linda

Una ventana al mar (2019)

Una ventana al mar: Nunca es tarde

· Crítica Una ventana al mar | Estreno 2 de octubre de 2020.

· Miguel Ángel Jiménez ha arriesgado mucho al adentrarse en un género difícil donde los haya, una historia con protagonista atractivo con cáncer, y encima sale bien librado.

Emma Suarez da vida a María, una mujer en la cincuentena que vive en Bilbao, separada de su marido, con un hijo ya casado y padre de un par de niños. La película comienza con un desfallecimiento y el diagnóstico: un cáncer avanzado. Tras unas semanas de baja y tratamiento, encontrándose mejor, decide acompañar a sus compañeras de trabajo al viaje a Grecia que habían preparado desde hacía tiempo. Cuando la excursión termina y todos se preparan para regresar, María opta por quedarse un poco más, se siente bien en Grecia. Sola, conocerá a un lugareño con el que iniciará un romance.

Miguel Ángel Jiménez (La mina) ha arriesgado mucho al adentrarse en un género difícil donde los haya, una historia con protagonista atractivo con cáncer, y encima sale bien librado. Jiménez se toma la historia muy en serio, pero sin aires de tragedia. Primero evita médicos y hospitales. Sabemos que los hay, y que hay un tratamiento, pero lo que importa es lo demás, qué hacer con la vida que tenemos. De ahí la importancia de hacer ese viaje, algo que habían preparado tiempo atrás, y la decisión de no dejar “colgadas” a unas amigas que, además, desean agradarla. El romance crepuscular tiene algo de trampa, por tópico, pero es interesante porque está tratado con corrección y lleno de significado: Stefanos es un hombre con una historia, también sufre; el acercamiento entre ellos se produce con naturalidad, con un ritmo adecuado. Y el resultado final es un mensaje satisfactorio: lo mejor que se puede hacer con el tiempo que queda, poco o mucho, es amar y ayudar a los demás. María, su hijo y su familia y Stefanos, progresan interiormente a lo largo de ese tiempo, a pesar de una absoluta falta de trascendencia.


El director gusta y favorece los silencios cargados de expresividad, hay pocas palabras y muchas miradas. La realización tiende al preciosismo, privilegiado por el cielo, la luz y la belleza del mar Egeo y sus islas, y lo fotogénica que es Emma Suárez. Tan solo en los últimos minutos se alarga demasiado y pierde la magnífica contención que ha manejado toda la película. Una película que no es grande, pero sí es linda.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Gorka Gómez Andreu
  • Montaje: Iván Aledo
  • Música: Pascal Gaigne
  • Duración: 105 min.
  • Público adecuado: +16 años
  • Distribuidora: Filmax
  • España, Grecia, 2019
  • Estreno: 2.10.2020
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Reseña
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Historiador y filólogo. Miembro del Círculo de Escritores Cinematográficos. Ha estudiado las relaciones entre cine y literatura. Es autor de “Introducción a Shakespeare a través del cine” y coautor de una decena de libros sobre cine.
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