Una voz silenciosa: Crimen y castigo
· Una voz silenciosa adapta un manga con una historia que inicialmente parece una nueva versión del relato de redención de un «malote» gracias al amor de una joven virtuosa.
Shoko Nishimiya, alumna recién llegada al colegio, es sordomuda. Se comunica mediante una libreta en la que escribe o en la que escriben lo que le quieren decir. Apenas puede hablar y lo poco que dice no se entiende. Falta tiempo para que se empiecen a burlar de ella y a hacerle bullying. El principal acosador es Shoya, que lleva la crueldad a límites intolerables. El curso termina mal: Shoya es severamente castigado y Shoko abandona la escuela. Seis años después vemos a un Shoya muy diferente; la conciencia no le deja en paz, quiere reparar el daño que hizo a Shoko, o al menos tener la oportunidad de pedir perdón; se detesta y no tiene un solo amigo, y él mismo es objeto de marginación social.
Naoko Yamada es una directora joven pero cuenta ya con una obra importante a sus espaldas; además de numerosas series de televisión, este es su tercer largometraje, y el primero que se estrena en España. Tal vez algunos hayan conocido Tamako rabu sutôrî (Tamako Love Story, 2014). Una voz silenciosa ganó los premios a mejor película y mejor guion en Japón en 2017, y se dio a conocer en occidente en el festival de Annency.
Una voz silenciosa adapta un manga con una historia que inicialmente parece una nueva versión del relato de redención de un «malote» gracias al amor de una joven virtuosa; pero esa impresión sería engañosa y se descubre falsa en cuanto empieza la proyección; directora y guionista han optado por no buscar soluciones fáciles y no simplificar el tema del bullying: se muestra a las claras la crueldad absurda de los jóvenes; se muestra el bullying desde el punto de vista del acosador, y también del de la víctima -que a veces se siente culpable-, salta a la palestra la responsabilidad de los testigos que callan; y muestra la necesidad de perdón y el difícil camino que hay que recorrer para obtenerlo.
Son muchas las preguntas que plantea esta historia pero, afortunadamente, plantearlas es casi responderlas y deja lugar para disfrutar de una historia que es, además y por encima de todo -incluido algún momento duro-, conmovedora, positiva y luminosa; con numerosas y acertadas subtramas y un plantel de entrañables personajes secundarios.
Yamada pertenece a la escuela de Kyoto, utiliza una técnica de animación tradicional, a la que confiere unos niveles de expresividad llamativos y logra que todos sus personajes sean más que tridimensionales, complejos. Un inteligente uso del color y de las metáforas visuales -por ejemplo, el tratamiento del agua, que viene a ser un ritornelo- ayudan a llenar de significado una historia dura, pero también tierna y profundamente humana.
Ficha Técnica
- Dirección: Naoko Yamada,
- Guion: Reiko Yoshida,
- Intérpretes: Miyu Irino, Mayu Matsuoka, Saori Hayami, Aoi Yûki, Kenshô Ono, Yûki Kaneko, Yui Ishikawa, Megumi Han, Toshiyuki Toyonaga,
- Fotografía: Kazuya Takao
- Montaje: Kengo Shigemura
- Música: Kensuke Ushio
- Voces originales: Miyu Irino, Saori Hayami, Aoi Yûki, Kenshô Ono, Yûki Kaneko, Yui Ishikawa, Megumi Han, Toshiyuki Toyonaga, Mayu Matsuoka
- Duración: 130 min.
- Público adecuado: +16 años (VS)
- Distribuidora: Selecta Visión
- Japón (Koe no katachi –A Silent Voice-), 2016
- Estreno: 16.3.2018