Van Helsing: Monsters’ party

Después de arrasar con las dos aventuras de La momia, Stephen Sommers ha contado con 150 millones de dólares y un equipo de primera categoría para escribir y dirigir Van Helsing, aparatosa fantasía en la que Sommers resucita a casi todos los viejos monstruos de la Universal. El audaz cazavampiros creado por Bram Stoker es aquí un superhéroe del siglo XIX, al servicio de una especie de orden secreta, con sede en los sótanos del Vaticano, pero a la que pertenecen personas de todas las religiones. Su misión es erradicar el mal en el mundo y, en concreto, destruir a las criaturas diabólicas que siembran el terror desde tiempo inmemorial. Van Helsing es el mejor agente de la orden, y lleva siglos con licencia para matar, como James Bond, el agente 007, con el que también comparte afición a las armas más sofisticadas. Además, no tiene remordimientos, pues sufre una providencial amnesia selectiva.

En esta aventura, tras reducir en París al brutal Mr. Hyde, Van Helsing viaja a Transilvania, en compañía de su ayudante Carl, el cobarde monje científico que diseña sus armas de última generación. Allí deberán hacer frente al Conde Drácula y a sus tres novias que, tras asociarse con el Dr. Frankenstein y deshacerse de él, intentan descubrir un método científico para dar vida a su numerosa y vampírica descendencia. Drácula cuenta también con un ejército de feroces hombres-lobo, mientras que Helsing y Carl reciben ayuda de una valiente princesa de origen gitano y de sus aterrorizados súbditos.

Siendo rigurosos, cabe reprochar la escasa hondura dramática de la película y los abundantes efectismos de su barroca pirotecnia. Además, sorprende el superficial y oportunista eclecticismo religioso y las pueriles concesiones al erotismo. Sin embargo, Sommers no carga la mano en esos elementos vulgares, los enmarca en las coordenadas clásicas del género de terror y los suaviza con un humor constante. Asumido esto, la película resulta entretenida y muy espectacular, y está interpretada con convicción. Memorable secuencia la del baile de máscaras, muy al estilo de los imaginativos espectáculos del Circo del Sol.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Allen Daviau
  • Montaje: Bob Ducsay, Kelly Matsumoto
  • Música: Alan Silvestri
  • País: EE.UU. 
  • Año: 2004 
  • Distribuidora: UIP
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