Vaya con Dios: Monjes cantores
Primer largometraje del realizador alemán de TV Zoltan Spirandelli (Koenigsstein, 1957) que se ha servido de sus recuerdos juveniles cuando formó parte de un coro parroquial, así como de sus posteriores estudios de ópera. Spirandelli, cautivado por la bellísima polifonía vocal del compositor francés Josquin Desprez (1455-1521) alabado por Lutero como «el señor de las notas», decidió hablar de lo que sabía (la música vocal) para hablar de lo que no tenía, ni tiene, ni la menor idea (la vida religiosa en la Edad Media).
Spirandelli cuenta con tono de comedia surrealista la historia de tres monjes cantores que se ven obligados a abandonar su monasterio de Brandenburgo, completamente arruinado, para ir en busca de los únicos hermanos que quedan de su congregación en Italia. Durante su caótico viaje hacia la radiante Toscana, no pueden resistir la tentación que les ofrece el mundo exterior, especialmente cuando tropiezan accidentalmente con una marchosa y tentadora joven…
La película, que quiere ser una comedia simpática y desenfadada, revela -insisto- un desconocimiento supino de la vida monacal -actual, remota o mediopensionista-, y no duda en el recurso facilón a la caricatura elemental y burda de la Iglesia Católica y, mas concretamente, de los Jesuitas. No podía faltar la «iniciación sezuá» del monje «with lirio in hand», Daniel Brühl (Good bye, Lenin!), el actor alemán de moda, nacido en Barcelona en 1972. La historia podía haber dado lugar a una comedia inteligente pero se enreda en el tópico y en los lugares comunes. La música es muy hermosa, eso sí. Estrenada en Alemania en marzo de 2002, por el momento sólo se ha exportado a Austria y Corea del Sur.
Vaya con Dios
Alemania, 2002
Ficha Técnica
- Dirección: Zoltan Spirandelli,
- Guion: Zoltan Spirandelli,
- Intérpretes: Daniel Brühl, Michael Gwisdek, Matthias Brenner, Chiara Schoras,
Fotografía: Dieter Deventer Montaje: Magdolna Rokob Música: Detlef Petersen Distribuidora: Vértigo