Vecinos invasores

Vecinos invasores: Un oso, un mapache y una tortuga

Parece que a los grandes estudios americanos no se les resiste apenas nada en lo que a materia de animación se refiere. Capaces de enfrentarse por igual a jirafas, leones, zarigüeyas, coches e incluso humanos, la única pregunta que cabe hacerse es hasta dónde van a ser capaces de llegar los todoterrenos equipos técnicos.

La nueva apuesta de Dreamworks Animation SKG se llama Vecinos invasores y está basada en las mordaces tiras cómicas de Michael Fry y T. Lewis, convenientemente rebajadas de ph para la ocasión. Y es que si anteriormente (sirvan de parangones las dos entregas de Shrek y Madagascar) Dreamworks había tratado de reunir en la misma sala al público infantil y al adulto, en esta ocasión el objetivo prioritario son los más pequeños de la casa, por aquello de celebrar correctamente las buenas notas y las vacaciones de verano. Los más mayorcitos nos quedaremos sin saber qué hubiesen sido capaces de hacer los todopoderosos animadores con tan explosivo material en bruto.

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El guion termina siendo una historieta simpática, con un oso malísimo, un mapache (RJ, en la versión original, Bruce Willis) bastante caradura y con secreto de por medio, que acaba siendo cautivado por la sencillez y el cariño de un grupo de animales recolectores que forman una encantadora familia, y un seto llamado Steve. Algún que otro momento brillante, pocos, como la escena en que la hiperactiva ardilla se toma un refresco de cafeína desafiando la velocidad de la luz, o cuando la televisión le dice a RJ lo mal mapache que está siendo.

Por lo demás, unos personajes muy expresivos, dotados de gran movilidad y realismo (menos conseguidos los humanos) y con un divertido carácter, que sin duda hará disfrutar a los críos. Una animación sólida y bastante correcta, que mejora anteriores proyectos y que, si bien no alcanza las cotas de Cars, la última de Pixar, empieza a ponerle las cosas difíciles al gran rey de la animación.