Verano del 85

François Ozon adapta muy libremente una novela británica, la llena con sus fantasmas, le da el toque nostálgico de los ochenta tan en boga, y la perfuma con algunos leves toques de Rohmer

Verano del 85 (2020)

Verano del 85: Romance de verano

· Crítica Verano del 85 | Estreno 9 de octubre de 2020.

· Ozon dirige muy bien, pero su temática es muy limitada y habitualmente termina por contar lo mismo de la misma forma.

Verano del 85 en Le Tréport, una pequeña localidad francesa en la costa normanda. Al terminar el curso Alex, con casi 16 años, tiene que decidir si seguir estudiando o buscar un trabajo. Mientras tanto, por casualidad, conoce a David, de 18 años ,quien se convertirá en el gran amigo soñado primero, en algo más, después.

François Ozon (Gracias a Dios, Frantz) adapta muy libremente una novela británica, la llena con sus fantasmas, le da el toque nostálgico de los ochenta tan en boga, y la perfuma con algunos leves toques de Rohmer. El resultado es una película bonita, un romance juvenil con la estética y las melodías de los ochenta. Pero hay más.


Ozon juega al suspense declarando desde el primer minuto que David ha muerto, y contando la película en dos tiempos: el presente, en el que se insta a Alex a que cuente qué ha ocurrido y así conseguir una sentencia benigna en el juicio; y el pasado, en el que el protagonista, visiblemente alterado, recuerda su relación con David a lo largo del verano. Solo al final del todo sabrá el espectador qué ocurrió exactamente.

Ozon dirige muy bien, pero su temática es muy limitada y habitualmente termina por contar lo mismo de la misma forma. Da gusto ver sus planos, pulcros hasta decir basta con ánimo de convencerte de que la historia es real, pero está forzada desde el primer segundo: David y Alex se conocen en un accidente en el que este último estuvo a punto de ahogarse; inmediatamente David está pensando en ligárselo, cosa a la que Alex accede a la primera insinuación, con ayuda de un suave oleaje y unas lentes que destacan su encantadora sonrisa. Naturalmente ni los padres de Alex, ni la madre de David, se enteran ni sospechan que entre los chicos haya algo más que amistad. Naturalmente pueden bailar y magrearse en una discoteca en los 80, siendo la única pareja no hetero, sin llamar la atención. Muy ozonianos son también los elegantes discursos sobre poesía y sobre la muerte, que teóricamente obsesionan a Alex, pero que en realidad no terminan de ocupar su lugar en esta historia.

En definitiva, tenemos una película muy bien rodada, preciosamente fotografiada, con temas interesantes, pero lastrada por las dos grandes manías de Ozon: sus fantasmas sexuales y su afán didáctico. En cuanto al reparto, los dos jóvenes, Félix Lefebvre y Benjamin Voisin, que interpretan a la pareja protagonista, son excelentes. Los veteranos, como Valeria Bruni Tedeschi, son simplemente secundarios.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Hichame Alaouie
  • Montaje: Laure Gardette
  • Música: Jean-Benoît Dunckel
  • Duración: 100 min.
  • Público adecuado: +18 años (X)
  • Distribuidora: Golem
  • Francia (Été 85), 2020
  • Estreno: 9.10.2020
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Reseña
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Historiador y filólogo. Miembro del Círculo de Escritores Cinematográficos. Ha estudiado las relaciones entre cine y literatura. Es autor de “Introducción a Shakespeare a través del cine” y coautor de una decena de libros sobre cine.
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