Viaje al centro de la Tierra 2: La isla misteriosa

Viaje al centro de la Tierra 2: La isla misteriosa | Pis pas

Sean Anderson, adolescente típico, se enfrenta descaradamente a su madre y a su futuro padrastro, Hank (Dwayne Johnson). Como le entusiasman los viajes y los enigmas, y siente devoción por su aventurero abuelo, Hank le da coba y se deja arrastrar a un viaje en busca de La isla misteriosa, donde debería encontrarse su desaparecido abuelo. Naturalmente darán con la isla, encontrarán al abuelo, se harán amigos y vivirán juntos mil aventuras.

Hace poco Walden Media realizó un Viaje al centro de la tierra, de poca calidad pero que tenía dos virtudes: era una divertida película familiar que se podía ver en 3D, y además resucitaba el venerable nombre de Julio Verne, hombre mil veces llevado al cine, pero últimamente olvidado. La película tuvo un éxito relativo de público y animó a la productora a seguir explotando la fórmula, en este caso cambiando de novela y de protagonista –Brendan Fraser por Dwayne Jonson-.

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Al parecer ha vuelto a tener éxito en su estreno; lo cierto es que se trata de una película diseñada para un público muy joven en el que un grupo entrañable de personajes viven unas fantásticas e increíbles aventuras, todo les sale bien y nunca pierden la sonrisa.

La película, más inspirada en la anterior versión cinematográfica de La isla misteriosa que en la novela original, arranca con la divertida ocurrencia de identificar la isla de Julio Verne con La isla del tesoro de Stevenson y con la isla volante de Jonathan Swift.

Pero ahí terminan las ideas del guión, resuelto con unas pocas secuencias de acción y un buen equipo de efectos especiales. Probablemente Walden Media considera que no hacía falta más. Una pena para el cine, suficiente para el público al que está destinada.

Lo mejor: El positivo desenfado.

Lo peor: La falta de imaginación de la historia.