Visión. La historia de Hildegard Von Bingen

Visión: Vida y milagros de Hildegard Von Bingen

Visión: La historia de Hildegard Von Bingen  | El interés de esta cinta tiene dos nombres propios femeninos: la directora de la película y el personaje protagonista. Margarethe von Trotta es una veterana realizadora alemana, encuadrada dentro de la corriente del Nuevo Cine Alemán de la década de 1970, una corriente a la que pertenecen figuras tan importantes como Fassbinder, Schlöndorff, Werner Herzog o Wim Wenders.

En su última película, Von Trotta aborda la vida de Hildegard von Bingen, una monja también alemana que, desde niña, tiene visiones en las que Dios le pide que transmita sus mensajes. Hildegard fue una mujer adelantada a su tiempo, con un papel muy importante en la Iglesia y en la sociedad medieval. Tenía conocimientos de medicina natural, fue una prestigiosa compositora de música, no temió afrontar algunas reformas como abadesa de su convento y mantuvo correspondencia con los grandes mandatarios de la época.

Von Trotta afronta el biopic de esta interesante mujer con admiración y respeto por la Historia, con un tratamiento formal muy delicado, una iluminación sobresaliente y una planificación estudiada. Probablemente sea una película que encante a una gran parte de la crítica. Por mi parte, confieso que la cinta me dejó fría. Probablemente porque el personaje, a pesar de su interés, no consigue conmoverme lo más mínimo. Hay mucho repliegue y cambio temperamental que no se explica y muchos episodios a los que encuentro poco interés.

Quizás el problema es que la materia que aborda Von Trotta es excesivamente extensa -la historia empieza cuando la monja tiene 8 años- y compleja, y la profundidad del personaje no se llega a explicar. Hay momentos en que se muestra la grandeza de Hildegard y otros en los que sólo se percibe una gran antipatía ante esta mujer. Por otra parte, la narración requiere unos conocimientos sobre la espiritualidad en la Edad Media y la vida monástica que no todo el público posee.