Inicio Críticas películas Vivir para siempre

Vivir para siempre

El español Gustavo Ron escribe y dirige una divertida y emotiva historia sobre una familia que se enfrenta al final de la vida de Sam, un chico de 12 años con leucemia

Vivir para siempre, de Gustavo Ron

Vivir para siempre: Sam antes del “The end”

El director de Mía Sarah se ha ido al nor­te de Inglaterra (el país donde se formó co­mo cineasta y con el que mantiene una estre­cha relación profesional y vital) pa­ra rodar con aplomo esta poderosa histo­ria basa­da en la primera y premiada nove­la de la in­glesa Sally Nicholls sobre Sam, un chico de 12 años con leucemia al que queda poco tiempo de vida y tiene que afrontarlo con la ayuda de su familia y de un amigo de su edad, también gravemen­te enfermo.

Ron (Madrid, 1972) ya demostró en su ope­ra prima (la última película de Fer­nán-Gó­mez) que es un cineasta con un don pa­ra la comedia romántica, muy buena mano con los actores, talento en la escri­tura… y una tendencia desmedida al me­lodrama. En su segundo largo, los acier­tos superan con cre­ces las debilidades.

Ron se atreve con una historia arriesga­da (algo muy duro contado con jovialidad y des­parpajo) y dirige muy bien a sus acto­res, es­pecialmente a los niños, logrando se­cuen­cias excelentes. Para mi gusto abusa del preciosismo en el montaje (esos rótu­los tan reiterativos, la sensación de que to­do es­tá demasiado arregladito) y de las can­cio­nes, que terminan siendo un relleno más pro­pio de una serie de TV que de un largome­traje.


Pero hay en Ron valentía para acercarse a asuntos que se suelen esquivar o bana­lizar, con grandes preguntas y algunas res­puestas interesantes. No es Millones (el ni­ño amigo del protagonista es el mismísi­mo Alex Etel, el inolvidable Damian de la pelícu­la de Boyle), tampoco la excelente Mi vi­da sin mí, pero lo intenta con unas ma­neras inteligentes y muy dignas. Desde ese punto de vista, hay que descubrirse an­te el trabajo de fotografía de Gilaberte y el aplomo de la puesta en escena, que in­cluye un inteligente uso de efectos visua­les y recursos muy imaginativos.

El guión ha querido ser fiel a la estructu­ra de diario de la novela, y me parece que esa decisión no es del todo afortunada, al me­nos no en la forma en que se ha he­cho. Mientras Greta Scacchi está sencilla­mente im­perial en sus apariciones, Ben Cha­plin no termina de manejar bien los tiem­pos de su complejo papel de padre, aun­que tiene en Emilia Fox un buen apoyo para componer un matrimonio con gan­cho, que entrega algunas escenas brillan­tes.

Gustavo Ron tiene cosas que decir y pro­me­te que su tercera película será de aven­tu­ras. Le esperaremos con mucho inte­rés.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Miguel P. Gilaberte
  • Montaje: Juan Sánchez
  • Música: César Benito
  • País: España/Reino Unido
  • Duración: 100 m.
  • Público adecuado: +12 años
  • Distribuidora: European Dreams Factory
  • Estreno: 29.10.2010

Ways to live forever, 2010

Suscríbete a la revista FilaSiete

Salir de la versión móvil