Zona libre

Si el conflicto árabe-israelí es demoledor y sangrante, en tanto que el odio es el rey, esta película parece haberse distraído un tanto de la seriedad que merece

Zona libre (2005)

Zona libre: Conflicto árabe-israelí

Casi cuarenta películas, en su mayor parte documentales, hacen que el conocido director de cine judío Amos Gitai vuelva a tratar -es frecuente este tema en su cinematografía- el conflicto árabe-israelí.

Esta vez lo hace de una manera sencilla, en tanto que ese trágico conflicto es presentado de manera indirecta. La manera di­­recta es que Rebecca (Natalie Portman) es una judía/norteamericana que, en Jeru­salén, desea urgentemente volver a Esta­dos Unidos porque acaba de romper con su novio judío y militar. Toma el taxi de Han­na (Hanna Las­lo, premio a la Mejor Ac­triz en el Festival de Cannes 2005), que no quiere llevarla porque debe ir por un asunto personal a la Zona libre.

La película se inicia con un primer plano de Natalie Portman, tomada de perfil, llorando desconsoladamente ¡durante más de diez minutos! Y mientras tanto una voz canta una canción folklórica reiterativa, repetitiva, insistente (parece que hay maestros del cine que piensan que todo les está permitido).


Al fin Hanna la lleva en el taxi con tal de que la acompañe a la Zona libre. La pe­lícula se convierte en una especie de road movie, y en este peculiar lugar de la geografía, donde la frontera es un peligro y una mirada detenida es un temor de muerte… Pero no deja de ser, así me parece, un viaje turístico. La curiosidad un tanto simple y atractivamente humana de la estadounidense nos lleva a conocer de cerca muchas realidades cotidianas del actual Oriente Medio.

Momento estelar

Donde el estilo cinematográfico de Amos Gitai brilla con fuerza es en una lar­ga secuencia en la que el recurso al flash back sería lo habitual. No. Él recurre, y lo hace de manera perfecta, a otro lenguaje, quizá más expresivo, sin duda más poético y creativo.

Hanna, la taxista, ha ido a cobrar una can­tidad importante de dinero de Leila, una palestina (Hiam Abbass). No cobra: hay confusas excusas. En el poblado se pro­voca un incendio y se produce el pillaje. Pero to­do resulta un poco postizo, por estar hecho con pocos medios y con poca convicción. Rebecca recibe una lección (una clase) de un santón de la zona, pero ella empuja a Hanna a que sea más comprensiva con la aturdida Leila… Aquí el filme, me parece a mí, cae en una indecisión, indefinición: cámara y guión se han vuelto irresolutos…

La resoluta es Rebecca, que huye corriendo a la frontera que le interesa, mientras Leila y Hanna inician una discusión so­bre el dinero debido y no cobrado larga, larguísima, dentro del coche, tan larga que ya se retira el sonido, y vemos gesticular a las dos mujeres, mudas, hasta entrar en lo cómico, y vuelve la canción folklórica reiterativa a repetir una y otra vez la misma sencillota melodía.

Si el conflicto árabe-israelí es demoledor y sangrante, en tanto que el odio es el rey, esta película parece haberse distraído un tanto de la seriedad que merece. Decir que la película es amena, a mi modo de ver, es un insulto; pero no resulta muchísimo más.

Ficha Técnica

  • País: Israel (Free Zone, 2005)
  • Fotografía: Laurent Brunet
  • Montaje: Isabelle Ingold, Yann Dedet
  • Distribuidora: Golem
  • Estreno en España: 28.04.2006
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