Cara a cara

Cara a cara: Dolor y culpa

· Cara a cara: Destaca esta miniserie principalmente por su factu­ra vi­sual, claramente -obviamente- noir, y elegante, a pesar de su trasfondo sórdido.

El oficial de policía Bjørn Rasmussen entra en la morgue para el examen rutinario de una persona fallecida, y se encuentra con que se trata de su hija Christina. El mé­dico forense afirma que se trata de un suicidio, Bjørn se niega a creerlo y emprende su propia investigación, em­peñado en encontrar un culpable.

- Anuncio -

Cara a cara es un thriller muy negro que pertenece a lo que ahora se llama «negro nórdico», movimiento lan­zado con la trilogía Millennium. Está compuesta de ocho breves capítulos que tienen una estructura similar: en cada uno de ellos un Bjørn furioso interroga a un testigo/posible culpable, y descubre un poco acerca de los hechos que provocaron la muerte de su hija y, sobre todo, la parte que le correspondió a él, sin saberlo; Chris­tina se había adentrado en el mundo sórdido de dro­gas y prostitución, y su disfuncional relación con su padre había tenido mucho que ver en ello.

Destaca esta miniserie principalmente por su factu­ra vi­sual, claramente -obviamente- noir, y elegante, a pesar de su trasfondo sórdido; por la calidad de sus ac­tores: si bien Ulrich Thomsen en el papel de inspector Bjørn Rasmussen lleva el peso de la serie, cada uno de los secundarios que le da réplica (Nikolaj Lie Kaas, Tri­ne Dyrholm, Lars Mikkelsen y David Dencik) brilla con no menos intensidad; y por la calidad de los diálogos, tiene un fondo teatral esta serie.

El guion es hábil y cada capítulo está dosificado con pre­cisión. Ahora bien, como sucede con el «negro nórdi­co» literario, está lastrado por la superficialidad: una so­ciedad pintada como materialista e intrascendente, has­tiada y sin nada que ofrecer. Internet usado como black­net, violencia, cosificación sexual… solo queda el dolor o la sensación de culpa de la que no hay salida.