Constelación

Constelación: Física cuántica y multiversos

La acción de Constelación comienza de una manera extraña; la protagonista, la astronauta sueca Jo Ericsson, y su hija Alice se comportan de una manera singular en los bosques nevados de su país, en busca de «la otra Alice«. La acción vuelve a la última misión de Jo Ericsson en la estación espacial internacional. Hubo un accidente, algo chocó con la estación; el comandante perdió la vida. Jo asumió el mando, salvó al resto de la tripulación, regresó a la tierra en un módulo Soyuz y, a petición del irritante científico Henry Caldera, consiguió traer un experimento de física cuántica que realizaban en el espacio. Desde entonces la visión de la realidad de Jo resulta deformada, sus recuerdos son erráticos, la investigación del accidente se empeña en que modifique su testimonio y los servicios sanitarios la medican fuertemente. Su marido Magnus y su hija también parecen diferentes. O se está volviendo loca, o sucede algo extraño y alguien oculta la verdad. Por su estabilidad y por su familia, tiene que descubrir qué ha ocurrido.

Extraña y singular serie de ciencia ficción que combina el thriller con el drama sicológico basándose en la física cuántica. Sin destripar el contenido, porque es evidente desde el principio, el guion de Peter Harness (McMafia, Wallander) plantea la posibilidad de dos estados simultáneos. En este caso no es un electrón sino un ser humano y los dos estados son el pariente serio, casi científico, de los multiversos. Con esos elementos, una rápida zambullida en el pasado -precedentes- y el empeño de las autoridades por ocultar unos sucesos increíbles, la historia se convierte, de principio a fin, en algo atractivo pero inquietante y difícil de seguir.

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En efecto, puede resultar irritante el continuo doble juego, los cambios de escenario, los flash back y flash forward, pero el reparto, unos extraordinarios Noomi Rapace, Jonathan Banks, James D’Arcy, Barbara Sukowa y las hermanas Coleman en el papel de Alice, resulta singularmente atractivo y humaniza una trama harto compleja; además, la producción es impecable y el final satisfactorio. Sin duda, uno o dos capítulos menos habrían venido bien y ahorrado tensión a los protagonistas y a los espectadores.