Defender a Jacob

Defender a Jacob: El peso de la ley

Defender a Jacob es un thriller judicial, escrito por Mark Bomback, guionista de la saga Divergente, basado en la novela homónima que fue un best seller. Dirige el noruego Morten Tyldum (Descifrando Enigma). En su exterior la historia sigue las reglas del género: Jacob Barber, de catorce años, hijo único, es acusado de homicidio en primer grado. Habría apuñalado a un compañero de colegio que hacía bullying.

Su padre es ayudante del fiscal del distrito y es quien inicialmente dirige la investigación, hasta que su hijo se convierte en el principal sospechoso. La vida del padre y de la madre (una profesora) no volverá a ser igual… Asistiremos al obligado enfrentamiento entre el fiscal y la defensa, habrá giros y sorpresas, juicio y veredicto, y un después. Hasta ahí se trata de una obra original, bien que canónica.

Pero el guion de Bomback es mucho más retorcido y juega todo el tiempo con la sombra de la duda. La investigación oficial va por un sendero, los descubrimientos íntimos por otro. Jacob podría haber asesinado a su compañero, lo cierto es que no solo las pruebas sino su actitud y algunas cosas que dice y hace apuntan en esa dirección. Sus padres no acaban de estar seguros, y cuando lo hacen, algo viene a despertar nuevas sospechas.

Otros temas que aparecen son las redes sociales: ¿Cómo se puede fundamentar una acusación en la declaración tonta de un adolescente en un chat? Lo cierto es que todo queda registrado y constituye una prueba; la prensa y su sensacionalismo y acoso -presunción de culpabilidad- a la gente; el propio sistema judicial norteamericano con sus intereses venales y su particular sentido de la justicia.

Defender a Jacob, como thriller legal, tiene buen nivel, doblado por un interesante drama psicológico que merece la pena por ver a la pareja Chris Evans-Michelle Dockery (Andy y Laurie Barber) en acción. Evans demostró hace tiempo que es mucho más que el Capitán América. Aquí sobresale junto a Dockery (Downton Abbey) y convierten otro thriller en algo que merece verse.

La serie es larga, podría haberse resuelto en cinco o seis capítulos, los dos de más que tiene muestran el lento deterioro de esta pareja y cómo la duda hace presa en ellos. Jaeden Martell, el joven Jacob, hace de adolescente normal, atontado y poco comunicativo, de un modo más que solvente.