Devs

Garland presenta un nuevo relato distópico con una importante carga tecnológica que ayuda a conocerse y/o a preguntarse por el sentido de la existencia y el ser del hombre

Devs (2020)

Devs: Nueva distopía de futuro próximo

Silicon Valley. Lily Chan es una informática que traba­ja -al igual que Sergei, su novio- para Amaya, un gigante tecnológico que desarrolla ordenadores cuánticos. Al co­mienzo de esta historia Sergei tiene una entrevista con Forest, el carismático gurú, propietario y director de Ama­ya. Si la supera pasara a trabajar en Devs, el núcleo más creativo y secreto de la empresa. Tras su primer día de trabajo en Devs, Sergei no vuelve a casa; al día siguiente aparece su cadáver, parece que se ha suicidado; pe­ro Lily no está convencida y decide investigar.

Antes de seguir con Devs conviene decir que se trata de una obra de Alex Garland, novelista y director bri­tá­ni­co de interés. Garland se acercó al cine por pri­me­ra vez adaptando La playa, pretenciosa novela y me­diocre pe­lícula que planteaba una distopía en un fu­turo cercano, tema que no ha abandonado desde entonces. Otros tra­bajos de Garland fueron el guión de Sun­shine, una pe­lícula interesante que quizás mereció me­jor suerte de la que tuvo. También escribió el guión de la excelente Nun­ca me abandones, adaptación de la no­vela del pre­mio Nobel Kazuo Ishiguro. En 2014 se es­trena co­mo di­rector con Ex Machina, que pasó discreta­mente por la ta­quilla pero con el tiempo ha ganado mucho prestigio.

En 2018 escribe y dirige Aniquilación, con Natalie Port­man como protagonista y 40 millones de presupues­to, con Paramount y Skydance como productoras.


Devs es una nueva distopía de futuro próximo, con una importante carga tecnológica que ayuda a conocerse y/o a preguntarse por el sentido de la existencia y el ser del hombre. Comienza como una simple historia po­li­ciaca: ¿cómo ha muerto Sergei? ¿quién lo ha matado? Po­co a poco deriva hacia Forest y la física cuántica, las pre­guntas básicas son determinismo, libre albedrío, vida eter­na. Casi nada.

Como en Ex machina la puesta en escena es pulcra, ex­tremadamente sencilla, estilizada incluso, cuidadísima. Garland confiere un tono convincente al conjunto en el que se mueven principalmente dos actores de inmenso talento: Nick Offerman, un visionario amable y cruel capaz de lo mejor y de lo peor, y Sonoya Mizuno, pre­sente en los tres largos de Garland y mezcla perfecta de decisión y fragilidad.

Transhumanismo

Devs tiene que ver con una filosofía transhumanista que quiere superar los límites del ser humano y llevarlo a lugares insospechados. Es un tema recurrente en el ci­ne y en las series de televisión actuales, aunque sus raí­ces pueden estar muy lejos.

Entre las más recientes Upload es una parodia capitalista del más allá: la tecnología ha conseguido digitalizar los datos del cerebro (la conciencia incluida), la vida eter­na es un «paraíso» virtual donde pueden descargarte, si puedes pagar. La idea estaba ya en Black Mirror, en el famoso episodio cuatro de la tercera temporada, San Ju­nípero: este lugar sería el pueblo precursor de Upload, don­de aquellos que lo desean -y lo pagan-, gracias a la tecnología, pueden “vivir” en lugar de disolverse en la na­da.

Por su parte The Good Place tiene un aire más espiri­tual, más New Age; se diría que es de verdad la vida des­pués de la muerte pero, con todas sus buenas intencio­nes y humor, se trata también de una zona intermedia, pre­via a un después que se ignora, aunque éste no se ha­ya construido mediante aparatos electrónicos. El antecedente de todos ellos parece ser la novela de Greg Egan Ciudad Permutación, pero puede ser anterior.

Finalmente Westworld; al terminar la primera tempo­ra­da se alejó decididamente de su modelo y apostó por una historia más profunda, el proyecto Westworld es­ta­ba destinado a garantizar la inmortalidad a los hombres, pa­sando su conciencia -también electrónica- a otro cuer­po. Al final los robots del primer Westworld eran má­quinas que se revelaron, como los de la novela que ins­piró Blade Runner; después, al igual que aquellos, tam­bién quieren sobrevivir.

Junto a estas series se podría mencionar Forever, cu­yo protagonista, el doctor Henry Morgan, parecido al McLeod de Los inmortales escoceses, sí muere, pero reaparece rápidamente a través del agua o gracias a ella y nun­ca envejece. Forever se desarrolló a la vez que The Good Place y Upload. Hay amistad entre sus creadores.

Queda claro que la supervivencia y el más allá atraen y que los escritores se hacen preguntas sobre ello. Espere­mos que consigan dar algunas respuestas mínimamente acep­tables por el sentido común, y que la eternidad no de­penda del precio de la electricidad.

Devs es un thriller que quiere hacer pensar; sin duda pre­tencioso pero atractivo: logra que unas sesudas discusiones técnicas sobre física cuántica no alejen al espectador y, por encima de todo, que las emociones y de­ci­siones de los protagonistas sean más importantes que los cálculos fríos e impersonales de las máquinas y las cor­poraciones. Su principal fallo, típico en las series de te­levisión, es la repetición de temas e imágenes de un ca­pítulo al siguiente; un buen montador podría reducir­lo a un largometraje. El descubrimiento final satisfará a al­gunos, resultará insuficiente para otros e influirá en la va­loración final de la serie.

Ficha Técnica

  • País: EE.UU., 2020
  • Fotografía: Rob Hardy
  • Música: Geoff Barrow, The Insects, Ben Salisbury
  • Duración: 1 temporada (8 capítulos de 50 minutos)
  • Emisión en España: HBO
  • Público adecuado: +16 años (V)
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Reseña
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Historiador y filólogo. Miembro del Círculo de Escritores Cinematográficos. Ha estudiado las relaciones entre cine y literatura. Es autor de “Introducción a Shakespeare a través del cine” y coautor de una decena de libros sobre cine.
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