El tiempo de la felicidad: Una gélida calidez
· El tiempo de la felicidad es una maravilla y quien se queje de que está harto de series clónicas y del modelo narrativo norteamericano tiene donde acudir.
Es la serie que más me ha interesado de las que he visto en 2019. Cuando hablamos de la excelencia de la ficción seriada nórdica, solo los que las ven en Filmin (que es donde están, salvo alguna excepción como la esplendorosa Börgen) entenderán que no exageramos ni un ápice.
En Noruega (con coproducción belga) han hecho una maravilla de 8 capítulos de 45 minutos que cuenta una historia apasionante y, a la vez, muy normal. El descubrimiento de petróleo y gas en el Mar del Norte sacude un país hasta entonces muy dependiente de la pesca. Los norteamericanos están muy interesados en explotar los pozos, pero creen que están agotados cuando un suceso lo cambia todo. Es 24 de diciembre de 1969.
Ya me perdonarán el excursus, pero me gustó mucho que el ejecutivo que va a negociar desde Houston con las autoridades noruegas pertenece a la petrolera tejana Philips, en la que entonces trabajaba un ingeniero llamado Emil Malick, padre de un joven de 26 años llamado Terrence que en ese momento acababa de concluir un master de cine en la primera promoción de la Escuela del American Film Institute, tras gradurase en Filosofía en Harvard.
Con un sentido narrativo encomiable, los directores Pål Jackman y Petter Næss hacen pivotar la historia de El tiempo de la felicidad sobre tres personajes de veintipocos, dos chicas y un chico. En su juventud, verán las decisiones que toman sus padres y familiares, que marcarán el futuro de un país muy tradicional e independiente, con un modelo social en el que las diferentes clases se relacionan de una manera peculiar, franca y directa.
La serie tiene un vestuario fascinante. La puesta en escena recrea los finales de los 60 con un intenso sabor dominado por un estilismo que cautiva. A la vez, los productores no tiran la casa por la ventana y saben controlar el gasto para que no se dispare. Hay mucha habilidad en el equilibrio entre los espacios abiertos y los interiores.
La trama económica (política, laboral y social) se entrelaza con las afectivas de una manera admirable, porque siempre manda la primera, cosa infrecuente en las series que tienden a potenciar las segundas porque piensan que así logran mayor empatía en los espectadores. Mucho tiene que ver en el éxito del relato el personaje de Anna, la secretaria que interpreta magistralmente la hermosa Anne Regine Ellingsæter. La escritura de diálogo brilla en situaciones muy bien contadas que aparentemente podrían resultar espesas (una reunión entre autoridades locales y ejecutivos americanos, una asamblea de trabajadores, una fiesta familiar de una familia acomodada).
El tiempo de la felicidad es una maravilla y quien se queje de que está harto de series clónicas y del modelo narrativo norteamericano tiene donde acudir.
Ficha Técnica
- Creador: Pål Jackman, Petter Naess,
- Guion: Mette M. Bølstad, Siv Rajendram Eliassen, Synnøve Hørsdal,
- Intérpretes: Mads Sjøgård Pettersen, Per Kjerstad, Adam Fergus, Vegar Hoel, Anne Regine Ellingsæter, Amund Harboe, Bart Edwards, Malene Wadel, Pia Tjelta, David Menkin,
- País: Noruega, Bélgica (Lykkeland), 2018
- Fotografía: Lars Vestergaard
- Música: Ginge Anvik
- Duración: 1 temporada (8 capítulos de 44 minutos)
- Emisión en España: Filmin
- Público adecuado: +18 años