House of cards: El poder que envenena tu alma
“¡Qué desperdicio de talento! Eligió el vil metal al poder. En esta ciudad ese error lo comete todo el mundo. Así pues, el dinero es una mansión en Sarasota que empieza a caerse después de diez años. El poder son los viejos cimientos de roca que permanecen durante siglos. No puedo respetar a alguien que no ve la diferencia”.
El que habla es el congresista Francis Underwood, interpretado por Kevin Spacey, protagonista y productor de esta serie. Habla directamente a la cámara, definiendo a un personaje cínico, verborreico, manipulador. Es un perfil que conoce bien: Sospechosos habituales, El pez gordo, American Beauty… En este caso su ambición es política; Francis es un congresista ninguneado por su propio partido que hará lo que sea necesario para lograr el trono de Secretario de Estado que le habían prometido.
House of Cards es de esas series que prometen tanto que tienen poco que ganar y mucho que perder. Esta adaptación de una miniserie británica de la BBC, producida en 1993, cuenta con un reparto magnífico, algunos de los guionistas más prestigiosos en thrillers políticos como Beau Willimon (escritor de la obra de teatro original Los Idus de marzo, que trasladó de forma magistral al cine George Clooney) y la dirección compartida de cineastas reconocidos como David Fincher (también productor), James Foley (Glengarry Glen Ross) o Joel Schumacher (Un día de furia). Y sin embargo…
Hay demasiadas cosas que no funcionan en la serie. Es verdad que comparándola con la versión británica de los años 90, se ha modernizado la planificación, la música y la interpretación (Robin Wright, ganó el Globo de Oro por su trabajo). Todo es más natural, menos forzado. Pero el problema es que House of Cards llega años después de El Ala Oeste de la Casa Blanca o The Good Wife. Y no hay color. Faltan desarrollo de personajes, giros que sorprendan, talento e inteligencia para describir las zancadillas políticas que debían resultar jugadas maestras y acaban siendo vulgares y previsibles maniobras. Esto hace que la serie sea aburrida y superficial en demasiados tramos, sostenida por un buen casting que parece pedir a gritos unas líneas de diálogos más elaborados.
Además, la serie comete un error habitual de algunas producciones Showtime (Homeland, Dexter) y la mayoría de la HBO (Juego de tronos, Boardwalk Empire): enfatiza demasiado los aspectos escabrosos de la historia. Resulta sorprendente que siga habiendo guionistas que tengan que definir un personaje sexoadicto como el que interpreta Corey Stoll con un nivel tan vulgar y primario de escritura.
Ficha Técnica
- Creador: Beau Willimon,
- Guion: Andrew Davies, Beau Willimon, Michael Dobbs, Kate Barnow, Sam Forman, John Mankiewicz, Laura Eason,
- Intérpretes: Kevin Spacey, Kate Mara, Corey Stoll, Robin Wright, Michael Kelly, Kristen Connolly, Elizabeth Norment,
- País: EE.UU., 2013
- Fotografía: Eigil Bryld, Igor Martinovic, Martin Ahlgren
- Música: Jeff Beal
- Duración: 1 temporada de 13 capítulos de 50 minutos (en rodaje la segunda temporada)
- Emisión en España: Canal+ desde el 21 de febrero de 2013
- Calificación: +18 años (XD)